miércoles, 25 de mayo de 2011

Batman and Robin vol. 3: Batman and Robin Must Die!


Continuando con uno de los mejores comics que leí el año pasado, salió el tercer y último libro de Grant Morrison en Batman and Robin. Con éste termina de atar varios cabos sueltos de Batman R.I.P. y culmina con el regreso de Bruce Wayne, el Batman original, presentando su nueva postura para el lanzamiento del nuevo título Batman Inc.


Como siempre ocurre con Morrison, la trama está plagada de simbolismos que pueden pasar desapercibidos. Los títulos de cada capítulo corresponden a nombres de pinturas que giran en torno a la Muerte. La intención era llevar el ambiente gótico al extremo de la farsa, a niveles ultra-violetas según palabras del autor. Aquí también regresa Simon Hurt/Thomas Wayne, principal antagonista de R.I.P. y elemento que representa al diablo. El Joker también vuelve, pero en un papel distinto a los que ha tenido hasta ahora. Por fin nos queda claro qué tanto había de verdad en el escándalo sobre los padres de Bruce Wayne.


El arte corre a cargo de Frazer Irving, quien colaboró con Morrison en Seven Soldiers: Klarion the Witch Boy. Su estilo se caracteriza por el uso de colores muy vivos y líneas gruesas, además de muchas sombras y pocos detalles, reduciendo las imágenes a sus elementos básicos. Para el capítulo final, el one-shot Batman: The Return, las labores artísticas corren a cargo de David Finch, cuyo estilo hiperrealista y oscuro me recuerda tal vez demasiado a Jim Lee o a Marc Silvestri. También participan, aunque en menor medida, Cameron Stewart y Chris Burnham. Las portadas, como en toda la corrida del título, fueron hechas por el grandioso Frank Quitely. Creo que nunca me cansaré de elogiarlo, definitivamente es mi artista favorito. Aunque las portadas variantes de Irving, Ethan Van Sciver y la de Finch no están nada mal.


Con los comics de superhéroes mainstream, a veces llega a ser un poco frustrante que las historias nunca terminen y que siempre haya una continuación, haciendo difícil seguir los títulos por un largo período de tiempo. Pero mientras Morrison siga escribiendo Batman, yo seguiré leyéndolo. Eso sí, en cuanto deje el título, me voy con él.

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