domingo, 31 de julio de 2011

Harry Potter y las reliquias de la Muerte, partes 1 y 2

(Harry Potter and the Deathly Hallows, David Yates, Reino Unido-Estados Unidos, 2010-2011)

Como todo lo que empieza también debe alcanzar su final (excepto, quizás, los comics de superhéroes), por fin termina la saga de Harry Potter en la pantalla de plata. Debo confesar que en un principio fui escéptico y me negaba a leer los libros. Me los prestaron, los devoré y no me arrepentí. Entonces era escéptico de ver las películas, pues temía que no me gustarían ya que difícilmente las adaptaciones se comparan a los originales. Pero como leí los libros hace ya varios años, no tengo la memoria de ellos tan fresca. Así las cosas, el año pasado vi las primeras seis para después ver en cine las últimas dos en sus respectivos estrenos. Ahora volví a echarle un ojo a la primera parte y vi la segunda en el cine. No hay mucho que se pueda decir al respecto.


Me gusta que es una masacre total. Mueren muchos de los personajes, aunque le dan más peso a algunos y le restan importancia a otros por cuestiones de tiempo, supongo. Ambas películas tienen algunas partes un poco aburridas, algunas muy interesantes, otras incluso divertidas y tantas más conmovedoras y tristes. La producción es impresionante, las actuaciones de bastante buen nivel. Se esfuerzan en ser fieles al libro. En resumidas cuentas, dan un buen cierre a lo que, le pese a quien le pese, se convirtió en un auténtico fenómeno cinematográfico. Para quien haya leído la novela, ya se sabe el final y no le sorprenderá. Para quien no, ¿qué esperan? O de menos vean la película, yo no les contaré si Harry vive o muere (como si realmente lo dudaran).

Ay, dolor, ya me traes de encargo


Para el maratón casero de películas de este mes que termina, decidimos hacer una selección de historias de amor y dolor para llorar a moco tendido toda la noche. Revivimos malos momentos, exorcisamos demonios personales y, aunque suene a masoquismo, en verdad pasamos de un buen rato.


La noche arrancó con Annie Hall (Woody Allen, Estados Unidos, 1977), conocida en nuestro país bajo el improbable título de Dos extraños amantes. Esta obra maestra retrata con gran honestidad las dificultades de una relación amorosa, desde el momento en que dos personas se conocen, pasando por todos los momentos buenos y malos, hasta llegar al inevitable final. Como atractivo adicional, el personaje principal es un cinéfilo neurótico con quien algunas personas (no me imagino quién) se pueden identificar.


Continuamos con Tiempo de volver (Garden State, Zach Braff, Estados Unidos, 2004). Esta es una película que se aproxima más bien a la comedia romántica y tiene un final feliz, pero es dolorosa para mí por motivos personales. Viéndola nuevamente le encontré sus detallitos negativos, pero dentro de todo sigo considerándola una buena película. Aunque debo admitir que pudo más que yo y me dejó en un estado un tanto deplorable. Un joven regresa a su ciudad natal para el funeral de su madre, se reencuentra con viejas amistades, confronta a su distante padre e incluso encuentra el amor. Suena simple, pero lo bonito está en los detalles.


Posteriormente siguió ¿Quién le teme a Virginia Woolfe? (Who's afraid of Virginia Woolfe?, Mike Nichols, Estados Unidos, 1966), basada en la obra teatral del mismo nombre. La adaptación no es tan buena, pues se nota que viene de teatro por la falta de movimiento de sus personajes y la reducida cantidad de locaciones. No obstante, la historia es brutalmente buena: una pareja con varios años de matrimonio reciben en su casa a otra pareja más joven tras una fiesta. En medio del jolgorio y la convivencia amigable, el barniz de la cortesía se empieza a descarapelar para dejar expuestas las fallas de los involucrados. Matrimonios por conveniencia, parejas que se dedican a hacerse la vida miserable el uno al otro, errores del pasado que atormentan a quienes los cometieron, sueños frustrados y un rencor que perdura a través de los años nos muestran la dolorosa decadencia de los matrimonios. Honesta y atroz, como debe ser una obra de arte.


Después fue el turno de Lágrimas del Tigre Negro (Fa Thalai Chon, Wisit Sasanatieng, Tailandia, 2000), aportación de nuestros nuevos asistentes Azul y Bastardo. Curioso western que oscila entre el melodrama al estilo de los hermanos Almada y la acción violenta del cine de Tarantino, nos cuenta la historia de un amor prohibido entre una joven de la alta sociedad y un forajido. Los principales puntos fuertes del filme son su uso estilizado de los colores sobresaturados y la violencia muy bien coreografiada. Pero las actuaciones acartonadas y el ritmo un tanto pesado me resultaron poco gratas. Eso sí, tiene un par de momentos excelentes y el final escapa por completo de lo convencional, muy satisfactorio.


Como el sol ya estaba por salir, decidimos ver un cortometraje. Como no encontramos I'm Here (Spike Jonze, Estados Unidos, 2010) escogimos uno que no viene al caso con la temática del maratón: The Amazing Screw-on Head (Chris Prynoski, Estados Unidos, 2006). Basado en un comic de Mike Mignola -creador de Hellboy,- este corto animado fue realizado como un piloto para una posible serie televisiva. Mucho humor negro, narra las aventuras de un defensor de los Estados Unidos que enfrenta a zombies, vampiros, hombres lobo y otras abominaciones, auxiliado por un perro disecado, su fiel sirviente (bueno, el más reciente, pues siempre mueren) y una serie de cuerpos intercambiables a los cuales se ajusta su cabeza.


Ahí terminó el maratón oficialmente, sin embargo yo lo continué en casa viendo This Movie Is Broken (Bruce McDonald, Canadá, 2010). Cuando estuvo en la Cineteca no pude verla y se me antojaba bastante. Participa en ella el grupo Broken Social Scene pues la trama gira en torno a un concierto que dan en Toronto. Un chico tiene un crush por una chica desde hace quince años y por fin se acostó con ella. Lo malo es que en dos días parte con rumbo a París para estudiar una maestría o algo así. A continuación el spolier en letras blancas, resalten el texto si quieren leerlo: para quedar bien con ella, consigue pases para el backstage del concierto, durante el cual discuten y se separan. El chico sufre por haber perdido a la chica. Ingiere grandes cantidades de bebidas alcohólicas. Regresa a su casa acompañado por su mejor amigo, todavía sufriendo por haber perdido a la chica. Pero a la mera hora, su amigo lo besa y ya no le importa haberla perdido. Luego la chica llega a su casa, no le incomoda ver que los chicos fornicaron gustosos y se besa con el chico, el cual consideradamente grabó la parte del concierto de la cual ella se perdió. ¿Cómo? Por eso desconfío de la mayoría de los cineastas canadienses, si no es Cronenberg lo más seguro es que apeste. Pero las partes del concierto están chidas.


Y para no quedarme con las ganas, busqué en internet el corto de Spike Jonze. No me encantó la historia, aunque la melancolía que evoca y los vestuarios de los personajes están de lujo. En lugar de reseñarlo, compartiré con ustedes la liga. Véanlo y fórmense su propia opinión.

Al otro lado del corazón

(Rabbit Hole, John Cameron Mitchell, Estados Unidos, 2010)

¿Al otro lado del corazón? ¿En serio? ¿Qué clase de traducción es esa? Pero bueno, el chiste es hablar de la película, no de la pésima elección del título en español. Adaptada de una obra de teatro de David Lindsay-Abaire, la transición al lenguaje de cine se hace muy bien. Se agregan personajes, se le da movimiento a las situaciones y a los lugares. Vamos, no se siente como una obra de teatro filmada, sino como lo que es: una película.

Becca y Howie pasan por tiempos difíciles. Gradualmente se nos va develando el hecho de que su hijo de cuatro años murió meses atrás. La cinta nos muestra las distintas formas de enfrentar la muerte de un ser querido: algunos se aferran a sus recuerdos como lo único que los une al fallecido, otros prefieren deshacerse de las cosas que les hacen pensar en el mismo, algunos más se ausentan por no saber qué decir, hay quienes pierden la perspectiva tras los años y quienes se cruzan de brazos y se consuelan pensando ingenuamente que una indescifrable voluntad tiene un plan para todos. Me gustó el tono antirreligioso de la película, la cual opta por abordar temas pseudo-científicos que igualmente pueden ayudarnos a aceptar las cosas.


El título viene de un comic realizado por un personaje. No les diré quién es éste para no revelarles la trama, simplemente compartiré con ustedes que su historieta es sobre el hijo de un científico que, tras la muerte de su padre, atraviesa los "agujeros de conejo" que el mismo descubrió para buscar a su progenitor en dimensiones paralelas. El arte del comic estuvo a cargo de Dash Shaw, artista indie cuyos trabajos han sido publicados por Fantagraphics Books principalmente (también colaboró en ambos volúmenes de Strange Tales para Marvel Comics). Otro aspecto relacionado con el mundo de las viñetas es la playera que luce el mismo personaje, con la imagen de una de las creaciones de Fletcher Hanks, Stardust (mostrado en la foto).


Tiene sus aciertos, maneja bien el drama sin llegar al exceso, si me preguntaran yo le cambiaría un par de detallitos cerca del final, pero me pareció bastante buena. Lo que sí es que me dejó pensando. En las películas, o más bien en la ficción en general, los personajes pasan por cosas amargas pero eventualmente las superan. En la vida real, me parece que hay cosas que nunca dejamos atrás. Para no dejarlos con esa nota tan, no sé, ¿pesimista?, prefiero compartir con ustedes un dibujo de Stardust realizado por uno de mis dibujantes favoritos, Mike Allred.


jueves, 21 de julio de 2011

Cars 2

(John Lasseter & Brad Lewis, Estados Unidos, 2011)

Realmente no se me antojaba gran cosa ver esta película. La primera (John Lasseter & Joe Ranft, Estados Unidos, 2006) no me encantó y no alcanzaba a entender el por qué de hacer una secuela. Peor aún, agregándole espionaje que poco viene al caso. Debí haber hecho caso a mi intuición.

No negaré que entretiene lo suficiente, pero las carreras que muestra me aburrieron (será porque no me gustan las carreras), la historia me pareció innecesaria y flojona, el conflicto me resultó trillado y la transformación de Mater -de un lelo nato a un superespía astuto- es más que inverosímil. Se siente como un montón de fantasías infantiles como pretexto para crear un guión.

Eso sí, los paisajes son impresionantes y, al igual que en la primera entrega, el mundo ficticio en el que la acción se lleva a cabo tiene un montón de detalles ingeniosos. Me gusta que todo sea cochemórfico, que las cosas se adapten a la idea de que las "personas" de esta realidad son vehículos. Pero es lo único que tiene de rescatable. Además, como vivimos en un país tercermundista en que las audiencias no exigen y a muchos les da flojera aprender inglés o leer letreritos, sólo hay versión doblada al español; con esto se pierden los acentos británicos de los espías y las características formas de hablar de los personajes de apoyo.

viernes, 15 de julio de 2011

Crónicas marcianas


Lo dije y lo repito: Bradbury es uno de los mejores escritores que han pisado este planeta (y tal vez también otros).  Este libro es al mismo tiempo una colección de cuentos cortos y una especie de novela compuesta que relata, paso a paso, la paulatina invasión de los terrícolas al planeta Marte, el traslado de todas las cosas malas de la humanidad al nuevo planeta y su paulatino abandono del mismo.

Intercalando cuentos breves con otros más extensos, considerados en una continuidad que inicia en el entonces futuro 1999 y concluye en el aún venidero 2026, es uno de los mejores ejemplos de ficción especulativa. Sí, se siente retro-futurista: no pude evitar imaginar a los colonizadores como vaqueros en el espacio y la tecnología se antoja anticuada, pero muchos otros elementos mantienen vigente esta obra.

Varias expediciones al planeta rojo se ven frustradas por diversos motivos. La primera, por un marido marciano celoso, al cual no puede importarle menos la llegada de seres de otro planeta, simplemente quiere coartar la libertad de su esposa (Ylla). Una segunda expedición termina en locura que se contagia y en la dupla asesinato/suicidio (Los hombres de la Tierra). La siguiente, quizás la más estremecedora, nos lleva a lo que podría ser el más allá para terminar en homicidio, no sin el correspondiente dolor de quien lo lleva a cabo (La tercera expedición). Pero los humanos no nos damos por vencidos, no, señor. Una cuarta expedición es necesaria; en ella, un arqueólogo se da cuenta de que los hombres sólo arruinarán algo hermoso, lo contaminarán y lo desperdiciarán como ya hicieron con su propio planeta, e intenta evitarlo... con esperados y funestos resultados (Aunque siga brillando la luna).

Es entonces cuando comienza la colonización. Gente que viene huyendo de algo o buscando qué sé yo, cada cual llega con su propio motivo y su propio infierno. En La mañana verde, Bradbury se adelanta a muchos y nos habla de un proceso terraformador. Encuentro nocturno juega con la nostalgia, el temor al futuro y las ganas de fiestear tras un día de trabajo (comunes entre terrícolas y marcianos, al parecer). Los músicos son unos niños que juegan entre cadáveres alienígenas que cayeron víctimas de las enfermedades comunes a nosotros. Mientras tanto, Un camino a través del aire nos muestra que el racismo sigue siendo el pan de cada día.

Usher II, quizás mi relato favorito del libro, hace un sentido homenaje a varias obras de Edgar Allan Poe al tiempo que, acercándose al horror, nos hace cuestionar a las fuerzas moralizadoras de la humanidad. También tenemos El marciano, donde uno de los pocos sobrevivientes de la especie nativa intenta sobrevivir, sólo para verse destrozado por los deseos y las dependencias insignificantes de los hombres.

De repente, cuando el año 2005 se acerca a su fin, las noticias de la Tierra son inquietantes. Hay rumores de que la Gran Guerra, ahora sí la "buena," está por desatarse. Y las consecuencias se dejan sentir en Marte: en Fuera de temporada, uno de los miembros de la expedición final es el orgulloso dueño del primer puesto de hot dogs en Marte, pero su xenofobia lo lleva a cometer crímenes contra inocentes que sólo se condolían por él. Súbitamente, todos empacan y parten de regreso a donde están sus raíces, sus familiares, dejando atrás Los pueblos silenciosos, en los que un hombre se da cuenta de que estar solo no necesariamente es tan malo.

En Los largos años, más personajes de la expedición triunfadora regresan para dar testimonio de lo que un hombre puede hacer para conservar la cordura, a pesar de engañarse a sí mismo. Vendrán lluvias suaves es el relato sobre la "muerte" de una casa automática, en la que lo único que quedó tras el paso de la humanidad es la repercusión de la rutina, las aspiraciones a una buena vida, ultimadamente carente de sentido. Para terminar, El picnic de un millón de años nos propone una solución: para poder escapar de manera definitiva a los problemas de la humanidad, debemos dejar de ser humanos.

Leyendo las líneas que cierran el libro, con la piel erizada y los ojos húmedos, llegué a la conclusión (que ya desde hace mucho sospechaba) de que quiero dejar de ser humano y convertirme en algo más, con suerte algo mejor.

Los fabulosos hermanos Baker

(The Fabulous Baker Brothers, Steve Kloves, Estados Unidos, 1989)

Un dueto de pianistas que ha visto tiempos mejores. Un hombre de familia que debe conseguir dinero para mantener a su esposa e hijos. Un artista que debe contenerse y vender su arte al mejor postor. Un hombre que rehuye del compromiso y vive rodeado de gente que lo usa. Una mujer que es la nubilidad encarnada, que llega para cambiar las cosas sin quererlo.


Todo esto es lo que se podrán encontrar en este filme, el cual fue el debut como director de Kloves (quien ahora se dedica más bien a adaptar novelas a guiones cinematográficas, entre ellas las de Harry Potter). Una película de autor, cuenta una historia íntima de la dinámica entre dos hermanos y el cómo sus necesidades se van entrelazando a lo largo de los años. Al introducir a una cantante para acompañar al dueto (que dio a Michelle Pfeifer una de sus mejores actuaciones), la interacción se ve alterada de muchas maneras: económicamente, les aporta un gran éxito; en cuanto a prestigio, les devuelve el renombre del cual gozaban con anterioridad; emocionalmente, hace que el hermano indiferente ya no pueda seguir negando las cosas que le incomodan. Creando una tensión erótica excelente, cuando el hermano mayor se ausenta las pasiones se desatan... pero después las cosas vuelven a la normalidad, como siempre.


Confrontaciones fraternales, distintas maneras de vivir la vida, distintos motivos para vivirla. Y las realidades amargas a las cuales no nos gusta hacerles frente. Sucesos que modifican irreparablemente a las personas, que sin embargo no cambian lo importante en ellas. Y un final abierto, lleno de esperanza y de posibilidades pero sin certeza alguna. Tal como en la vida real.

Juro que Michelle Pfeiffer es la definición de núbil en esta película.

The Book of Bunny Suicides


Al igual que los "infectados" en la horrible película El fin de los tiempos (The Happening, M. Night Shyamalan, Estados Unidos-India-Francia, 2008), los conejitos en este libro buscan las maneras más retorcidas y complicadas para suicidarse. Animalitos perturbados que sólo buscan morir pero, por algún extraño motivo, no simplemente se vuelan la tapa de los sesos o se tiran de un puente sino que utilizan recursos en exceso imaginativos para propiciarse muertes horribles. No obstante, el resultado es una serie de viñetas irónicas que harán reír a casi cualquiera. Como muestra, cinco de mis suicidios favoritos:






Su autor, el británico Andy Riley, ha capitalizado el éxito de sus mórbidos mamíferos para lanzar otros tres libros, así como calendarios, posters y hasta un libro de postales. Lo único malo es que uno no se tarda nada en "leer" estos comics.

martes, 12 de julio de 2011

The Dangerous Alphabet


Neil Gaiman, uno de mis escritores favoritos, nos trae este álbum infantil que nos enseña el abecedario de una forma un tanto siniestra. Un poema en trece ingeniosos pareados nos cuenta la aventura de dos niños y su valiente gacela que buscan un tesoro pero encuentran en su lugar a monstruos y piratas, que ponen en riesgo sus vidas.

Ilustrado por Gris Grimly, su estilo contribuye al toque macabro de los versos. Lo que me encantó es que en cada página dibuja objetos cuyo nombre empieza con la misma letra, por ejemplo la S de shrunken head, scaphander, sewer, spear, snake, starfish y skull.


Me encantaría traducir este librito, tal vez lo intente un día de estos. Mientras tanto, les recomiendo lo consigan y le echen un ojo, no se arrepentirán.

The Walking Dead vol. 14: No Way Out


Ya salió el más reciente volumen de esta serie que sigo con fervor. Es difícil reseñarlo sin arruinarle la historia a quien no la ha leído, así que sólo les diré que tiene un momento "oh shit!" cerca del final y que, como de costumbre con el trabajo de Robert Kirkman, hay muchas muertes y mucha angustia. Uno como lector siempre se preocupa por los personajes de este hombre, pues sabe que ninguno tiene la supervivencia garantizada.

Para compensar la falta de contenido en esta anti-reseña, les pongo los teasers con los que se promocionó:







El país de Octubre


Bradbury fue, sin duda, uno de los mejores escritores de todos los tiempos (y según algunos, el mejor escritor de Ciencia Ficción). Este libro reimprime quince de sus primeros cuentos publicados originalmente en Dark Carnival, acompañados de otros cuatro relatos. Todos ellos son previos a sus escritos más famosos de CF, pero no por eso tienen menos calidad o contundencia. Más bien pertenecen al género de fantasía o bien de horror, un par de ellos literalmente me pusieron la piel de gallina al leer las últimas líneas.

Comienza con relatos más bien ligeros pero al mismo tiempo sofisticados: El enano nos presenta a un entrañable personaje que sueña con ser alto y a una persona malintencionada que quiere destruir su ilusión; El siguiente en la fila es sobre una turista en México que siente pavor por las momias, este cuento me recordó otro de su libro El hombre ilustrado, aunque no recuerdo el título; La desvelada ficha de póquer de H. Matisse satiriza a los círculos de críticos de arte.

Esqueleto empieza a mostrar el lado más escalofriante del autor, comienza con una premisa absurda pero el final es estremecedor; La jarra es un maravilloso recuento de la necesidad de la gente por creer en algo y su desenlace macabro es muy sutil; El lago fue mi favorito de todo el libro, en el que un hombre se da cuenta de que su felicidad ha sido falsa por muchos años; El emisario tiene elementos que me recordaron a Soy leyenda de Richard Matheson, muy bueno.

Tocados por el fuego deja un poco de lado la fantasía para contarnos una historia original pero igualmente escabrosa; El pequeño asesino retrata de manera fidedigna el muy justificable temor hacia los bebés (sabía que no era el único que los considera malignos); La multitud es un poco predecible, pero no menos aterrador.

La caja de sorpresas nos muestra una realidad familiar vista a través de los ojos de alguien para quien todo lo que conocemos es ajeno, el final se ve venir pero me estremeció; La guadaña fue otro de mis favoritos, una buena manera de explicar tantas guerras y tanta muerte en el mundo; El tío Einar también es decididamente fantástico, con un personaje amargado que ve su pasado con melancolía y arrepentimiento.

El viento entra de lleno al ámbito del horror, reminiscente de mitos sobre criaturas elementales con mala voluntad para con los humanos; El hombre del primer piso tiene un final inesperado y muy perturbador; Había una vez una vieja nos cuenta la divertida historia de una mujer que se niega a morir; La alcantarilla es una historia de un amor perdido y vuelto a encontrar más allá de la muerte; la colección cierra con La maravillosa muerte de Dudley Stone, intrigante relato sobre un lector que busca esclarecer el misterio que gira en torno a su escritor favorito y su enigmático retiro, una reflexión sobre el valor de la vida y el éxito.

Me salté el penúltimo cuento, Reunión de familia, pues quiero usar sus líneas finales para terminar esta reseña. Cabe mencionar que el tío Einar del otro cuento regresa en éste, que trata sobre uno de sus sobrinos el cual siempre ha sido el "raro" en su familia de criaturas extravagantes y monstruos por ser "normal" como todos nosotros. Quien haya sentido que no encaja en ninguna parte podrá identificarse con el narrador:

     -Timothy -dijo mamá. Se acercó a Timothy y le tocó la cara-. Hijo -continuó-, te queremos. No lo olvides. Todos te queremos. No importa que seas distinto, no importa si un día nos dejas. -Mamá le besó la mejilla.- Y si mueres un día, cuidaremos de que tus huesos descansen en paz, te lo aseguro. Iré a visitarte en las Vísperas de Todos los Santos y te llevaré al sitio más seguro.
     La casa estaba en silencio. A lo lejos el viento pasó por encima de una loma llevando una última carga de murciélagos oscuros, resonando, revoloteando.
     Timothy subió los escalones, uno por uno, llorando todo el tiempo.

lunes, 11 de julio de 2011

Asia Extremo


El Noctambulante de este mes estuvo un poco accidentado, pero no me adelanto. Comenzaré por mis reseñas a las películas y después haré las críticas a la organización. Se llevó a cabo en el Centro Cultural Venustiano Carranza, un cine "a la antigüita" con pantalla grande y muchos asientos, de esos que ya no hay y se les extraña. Un muy bonito espacio que espero sea aprovechado en ocasiones posteriores.


El maratón estuvo dedicado, como el nombre lo indica, al cine extremo del lejano oriente; la mayoría fueron realizada en la década pasada y se incluyó un "clásico" también. La noche comenzó con Meat Grinder (Cheuuat gaawn chim, Tiwa Moeithaisong, Tailandia, 2009), una cinta de horror/arte que relata la vida de una mujer quien fuera víctima de abuso en su infancia y en su edad adulta se dedica a matar gente para cocinar su carne y venderla en su restaurante de sopas, a la Sweeney Todd (Tim Burton, Estados Unidos, 2007... o tal vez prefieran la versión teatral original, de 1979). A favor: la fotografía está muy bien trabajada y llega a ser algo hermoso, la música crea los ambientes necesarios a lo largo de la película y a veces se prescinde por completo de los diálogos. En contra: hay flashbacks en blanco y negro pero no hay distinción entre el pasado de la niñez y el pasado reciente lo cual causa confusión, la protagonista es reducida al cliché de la víctima que se vuelve victimaria y la última hora de metraje sobra por completo -ya sabemos a dónde va pero recorre el camino a velocidad de tortuga. En resumen: más o menos.

           

La segunda función en el área 1 fue I saw the devil (Akmareul boattda, Ji-woon Kim, Corea del Sur, 2010), la mejor película de la noche. Una historia de venganza en la que un asesino serial mata a la prometida de un agente del servicio secreto, lo cual desencadena una persecución seguida de una letal competencia de ingenios que me recordó a No country for old men (Joel & Ethan Coen, Estados Unidos, 2007). Ambos personajes son unos auténticos hijos de puta que no se detendrán ante nada para demostrarle al otro quién manda, sin importar que otros paguen el precio.



La noche continuó con una de las más recientes películas de Takashi Miike, 13 Assassins (Jūsannin no Shikaku, Japón-Reino Unido, 2010). Ubicada en el japón feudal, más específicamente a finales de la era de los samurai, está basada en hechos reales. El hermano del actual Shogun e hijo del anterior es un degenerado de primera que mata y viola a voluntad. Si consigue el puesto de consejero que se le otorgará al regresar a la capital, será intocable. Es por esto que un  samurai es contratado en secreto para asesinarlo; éste a su vez recluta los servicios de otros once. Sobornando a la gente de distintos pueblos, cierran el paso a la guardia del villano para obligarlos a atravesar un poblado en el cual tienden la emboscada. En el camino se topan con un cazador que les ayuda a atravesar por las montañas, uniéndose al grupo como el treceavo asesino. Todo el planteamiento y desarrollo es un tanto pesado, pero una vez que da inicio la batalla la acción fluye vertiginosamente sin llegar a aburrir por un solo segundo. A pesar de la gran duración de la pelea, está tan bien coreografiada y filmada que ni se siente. Sin duda un filme que vale la pena ver, los fans de Miike pueden estar confiados de que aún siendo una película de época cuenta con algunos detalles propios de la retorcida mente del director.


De este momento en adelante la noche fue de mal en peor. La cuarta función fue Big Tits Zombie (Kyonyū doragon: Onsen zonbi vs storippaa 5, Takao Nakano, Japón, 2010) y creo que el título lo dice todo. Será una sátira a la cultura pop japonesa o lo que quieran, pero también es una mala película. Malas actuaciones, mal guión, malos efectos visuales, mal maquillaje... en fin, tan mala que no pude evitar quedarme dormido. Cuando desperté ya estaban los créditos en pantalla y, la verdad, no me molesta no saber en qué acabó.


Y para terminar, el "clásico" House (Hausu, Nobuhiko Obayashi, Japón, 1977). Lo pongo entre comillas pues hay películas aún más viejas que podrían haber formado parte de la programación. Una jovencita y sus amigas van a pasar el verano a casa de una tía, la casa está embrujada y se las come. Fin. Esa es la historia, pero la realización es un debraye delirante sin pies ni cabeza, con pésimas actuaciones y unos efectos especiales más burdos que nada. Podrá decirse en su defensa que debemos considerar la época en que fue filmada pero eso no es pretexto para hacer las cosas mal, hay películas anteriores que son mucho mejores. Con decirles que el gato de la tía parece ventrílocuo, pues se escuchan sus maullidos sin que éste mueva la boca en ningún momento. Pésima, absurda y aburrida, una pérdida de tiempo.

Ahora mis quejas sobre el maratón. Para empezar, la programación: teniendo que escoger sólo diez películas de todo lo que se ha filmado no sólo en Japón sino en toda Asia, siento que la selección podría haber sido de mejor calidad. Estoy de acuerdo en que es bueno conocer distintos tipos de películas, pero extraño los tiempos en que la calidad de la programación de los Noctambulantes tenía más aciertos. Luego, las fallas técnicas: al comienzo de la primera función, no llevando más de diez minutos en la película, el proyector falló y se perdió la imagen; tardaron bastante en darse cuenta y corregirlo, pero volvió a fallar y fue necesario poner otro cañón entre las butacas para continuar las proyecciones. Entiendo que no todo puede salir perfecto y que siempre puede haber una que otra falla, pero no deja de ser una experiencia negativa. Tercero, la organización: al término de Big Tits Zombie se les durmió el gallo y nadie paró la película, al grado que terminaron los créditos y nos echamos casi veinte minutos del detrás de cámaras (en japonés sin subtítulos, MUY entretenido). Y al terminar la última función, no hubo nadie para despedir a la sala, invitarnos al siguiente Noctambulante ni pedirnos que recogiéramos nuestra basura. ¿Qué pasó? Pareció una falta de profesionalismo. En general ninguna de estas fallas me parece terrible, pero todas juntas me dejaron con un mal sabor de boca. Espero no vuelva a repetirse.

Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec

(Les aventures extraordinaires d'Adèle Blanc-Sec, Luc Besson, Francia, 2010)

Hace algunos años, Luc Besson dijo que se retiraba de la posición de director y que en adelante sólo produciría películas. Afortunadamente para sus seguidores, no se lo tomó tan en serio y gracias a eso hemos podido distrutar de Angel-A (Francia, 2005), Arthur y los Minimoys (Francia, 2006)y su secuela, Arthur y la venganza de Maltazard (Francia, 2009). El año pasado terminó la tercera entrega en esta saga de películas animadas (pendiente de estrenarse en nuestro país), pero también nos dio una nueva película con actores de carne y hueso.


Lamentablemente, aquí no vio el estreno en salas cinematográficas y se fue directo a DVD, con el horrible título de Las momias del faraón... pero ya no nos sorprende el mal gusto que tienen las distribuidoras para traducir los nombres de las películas. La encontré entre la sección de recientes lanzamientos en un Mix-up, seguro es fácil de conseguir.


Basada en algunas historias del comic franco-belga del mismo nombre creado por Jacques Tardi (en particular Adèle et la bête y Momies en folie), nos cuenta las aventuras del personaje titular: una escritora de género que relata versiones ficticias de sus viajes por el mundo - aunque sus aventuras suelen ser más descabelladas que su ficción. Aquí intenta revivir a un antiguo médico egipicio para que le ayude a curar a su hermana, la cual sufrió un trágico accidente, y de paso se enfrenta a un pterosaurio que acecha por los cielos de París.


Besson se caracteriza por saber crear personajes femeninos fuertes que no le piden nada a ningún hombre, como ejemplos basta mencionar a Leeloo, Nikita o la mismísima Juana de Arco. Adèle no es la excepción: no sabe obedecer órdenes, es impulsiva y no teme ensuciarse las manos ya sea excavando una tumba egipcia o yendo francamente en contra de las autoridades. También tiene su faceta de "maestra del disfraz," aunque con menos éxito.


Mostrando la Francia de hace cien años pero desde una perspectiva más bien arraigada en el llamado steampunk, el tipo de personajes y situaciones me recordaron el pastiche de novelas victorianas que hizo Alan Moore con Kevin O'Neill en el comic The League of Extraordinary Gentlemen (próximo a ser reseñado en este blog), con la diferencia de que este filme hace más bien referencia a lugares y personas reales.


El principio de la película me recordó mucho otra del director, El quinto elemento (The Fifht Element, Francia, 1997), con una expedición a las pirámides del antiguo Egipto y hasta un personaje llamado Azis. Al igual que en el resto de la obra de Besson, aquí hay comedia, acción e incluso un poco de sensualidad. También comparte con la mayor parte de su filmografía un score musical a cargo de su frecuente colaborador Eric Serra. Y bueno, Louise Bourgoin -quien da vida a la señorita Blanc-Sec- es toda una núbil, pero les juro que no por eso vi la película...