lunes, 30 de mayo de 2011

Paris, Texas

(Win Wenders, Estados Unidos-Francia-Alemania del Oeste-Reino Unido, 1984)

Una de las películas más hermosas que he visto, indiscutiblemente la que más me hace llorar de manera incontrolable. Hace muchos años la pasaron en Canal Once y programé mi videocasetera para que la grabara. Amarga fue mi sorpresa cuando descubrí que la cinta se acabó treinta minutos antes que la película (qué tiempos aquellos de la VHS). Tiempo después la renté, la vi yo solo y lloré desconsoladamente. Posteriormente nos la pasaron en una clase de cine y tuvo el mismo efecto en mí. Hace algunos meses la compré para mi colección personal y ayer por la tarde volví a verla, esta vez en familia.


Tal vez es más recomendable que no sepan de qué se trata. Precisamente esa incógnita y la manera dosificada en que las interrogantes van presentándose y, a su vez, resolviéndose es parte de lo que hace de esta una excelente película.


Empieza con un hombre caminando por el desierto hasta desfallecer por la sed. Nos enteramos por medio de su hermano (al cual le hablan para notificarle que lo hallaron) de que se llama Travis y que llevaba cuatro años desaparecido. Incluso lo daban por muerto. ¿Por qué se fue por tanto tiempo sin decirle a nadie? ¿De qué intentaba huir? ¿A dónde se dirigía en medio de la nada? ¿Qué buscaba? ¿Por qué carga con una fotografía de un terreno baldío? ¿Qué lo dejó en semejante estado: obsesivo, sin habla, incapaz de comprender el funcionamiento del mundo?


Estas interrogantes se van develando poco a poco, conforme vamos conociendo su pasado amoroso y familiar. Presentando a su hermano y a su cuñada con una difícil y dolorosa situación, Travis recupera los pedazos de su vida y nos cuenta una historia de un amor tan profundo, una culpa tan grave y un dolor tan intenso que alteraron varias vidas más allá de toda esperanza de sanar. Amor del bueno, que al terminar deja el panorama radicalmente distinto y la gente ya no puede regresar a lo que era antes, ya no puede superarlo y seguir adelante con su vida. Una tristeza infinita y los intentos de un hombre por recuperar lo que perdió, sólo para darse cuenta de que lo perdió para siempre.


Además de la dirección de Wenders, esta cinta cuenta con un guión a cargo de Sam Shepard, música de Ry Cooder y las maravillosas actuaciones de Harry Dean Stanton y la nubilísima Natassja Kinski. Mención especial para el pequeño Hunter Carson, quien hace un excelente trabajo. También Podemos apreciar el trabajo de Dean Stockwell. Tal vez pueda resultarle un poco lenta a quienes no acostumbran ver cine fuera de lo que ofrece Hollywood, mas a mi parecer es un filme impecable que tuvo a bien ganar la Palma de Oro en Cannes el año de su estreno. Imperdible para cualquier cinéfilo que se respete a sí mismo.

El vizconde demediado


Desde hacía bastante tiempo quería leer esta novela. Me la habían recomendado mucho pero una amiga siempre olvidaba prestármela. Así las cosas, se la pedí prestada a otra amiga y por fin pude leerla. No tenía la menor idea de qué trataba, por lo que fue grato descubrir que se encuentra inscrita dentro del género fantástico.

El joven vizconde Medardo de Terralba va a la guerra, con toda la ingenuidad de la que es capaz. Una bala de cañón lo hiere terriblemente, sólo queda la mitad derecha de su cuerpo. Al regresar a sus tierras y curarse milagrosamente, la gente de Terralba cae en cuenta de que ha regresado la mitad malvada de su señor, ya que éste se dedica a quemar casas y mandar a la horca a cuanta gente puede. Pero las sorpresas continúan cuando se revela que su otra mitad también sobrevivió, sólo que esta es insoportablemente buena.

Esta brevísima novela hace un divertido análisis sobre la dicotomía presente en todos nosotros y sobre la naturaleza del bien y del mal, además de hacer una crítica a la sociedad y al mundo del arte de la época en que fue escrita.

Para terminar, compartiré con ustedes un par de citas:

- "Estaba entero y todas las cosas eran para mí naturales y confusas, estúpidas como el aire; creía verlo todo y no veía más que la cáscara. Si alguna vez te conviertes en la mitad de ti mismo, muchacho, y te lo deseo, comprenderás cosas que escapan a la normal inteligencia de los cerebros enteros. Habrás perdido la mitad de ti y del mundo, pero la mitad que quede será mil veces más profunda y valiosa. Y también tú querrás que todo esté demediado y desgarrado a tu imagen, porque belleza y sabiduría y justicia existen sólo en lo hecho pedazos."

- Así pasaban los días en Terralba, y nuestros sentimientos se hacían incoloros y obtusos, ya que nos sentíamos como perdidos entre maldad y virtud igualmente inhumanas.

domingo, 29 de mayo de 2011

Strange Tales II


Dado el éxito obtenido por el primer volumen de la nueva encarnación de Strange Tales (reseñado en mi publicación anterior), el año pasado salieron otros tres números recién recopilados en el hardcover aquí reseñado. Continuando con la idea de mostrar aspectos poco explorados y "no oficiales" de los personajes de Marvel, se nos presentan varias historias a cargo de poco más de tres decenas de escritores/artistas.

Arte de Rafael Grampá. Definitivamente buscaré más cosas hechas por él.

Esta vez se incluyen más historias que tienen a los X-Men como protagonistas. Se me había hecho un poco raro que estuvieran tan ausentes en el primer volumen, dada su popularidad, pero en éste les toca desquitarse. Y de qué manera lo hacen. Empezando con una historia de un Wolverine adicto al dolor (ilustrada por Rafael Gampá, cuyo estilo me recordó enormemente a Paul Pope pero en grotesco), luego tenemos una aventura de Dazzler en solitario, un Wolverine deprimido comiendo jochos (en una divertidísima historia por Jhonen Vasquez), un Magneto al que se le da un uso muy práctico, el triángulo amoroso Summers-Grey-Logan, un Colossus peleando contra sí mismo, otra vez Wolverine peleando al lado de Power Pack (¿?), Rogue metiéndose en problemas (y saliendo de ellos) y un accidente con Jubilee.

Versión "limpia" de la portada de Jaime Hernandez, de la fiesta en la playa que hacen las heroínas.

Además del regreso de talentos como Nick Bertozzi, Dash Shaw, Jhonen Vasquez, Nicholas Gurewitch, Jeffrey Brown, Paul Hornschemeier y Tony Millionaire, quienes participaron en el libro anterior, esta nueva entrega se ve engalanada por la participación de Jeff Lemire (Sweet Tooth), los Hernandez Bros. (creadores de Love and Rockets), Terry Moore (Strangers in Paradise) y el recientemente fallecido Harvey Pekar (American Splendor).

Coqueta portada a cargo de Ivan Brunetti.

En el que tal vez es mi segmento favorito, Spider-Man decide deshacerse de Kraven el cazador... invitándolo a una fiesta de graduación. Al recibirla, el villano sale de cacería para conseguir una cita, la cual no podrá regresar a casa hasta que la noche haya sido mágica, por lo que se pone a bailar con el malhechor. Mientras tanto, Spidey descansa de lo lindo. Con mucho humor e historias de un gran corazón (y una que otra de espíritu bizarro), esta segunda colección supera por mucho a la anterior.

Todas las imágenes © y M. R. de Marvel Comics, supongo.

sábado, 28 de mayo de 2011

Strange Tales


No, no está de cabeza la imagen, así es. Y el contenido de este hardcover es igual de bizarro. Toma el nombre de una antología de comics clásica que en sus orígenes presentaba historias de monstruos y horror para luego entrar de lleno en la Era Marvel de los comics con personajes como Doctor Strange, Nick Fury e incluso Cloak & Dagger. Pero esta nueva encarnación del título tiene poco que ver con las anteriores.

Portada del número uno, por Paul Pope.

La idea tras este reciente lanzamiento es presentar a artistas de comic indie, underground o de webcomics dando sus interpretaciones de personajes de Marvel. Tal vez lo más interesante es que la mayoría de los que contribuyen no usan el "modo Marvel" de hacer comics (que consiste, básicamente, en el ensamblado "en línea" en que una persona se encarga de escribir el guión, alguien más lo traduce a imágenes, un tercero lo entinta y así sucesivamente, con una fuerte colaboración entre escritor y artista). Aquí los autores se hacen cargo de guión, dibujo y hasta las tintas (casi todos recurren a alguien más como colorista, pero la mayoría hacen las letras ellos mismos, como parte del arte mismo).

Portada variante del segundo número, a cargo de Peter Bagge (la original tiene al Hulk verde).

El resultado es una mezcla de situaciones extrañas e hilarantes que difícilmente podrían formar parte de la continuidad "oficial" de Marvel, pero por eso mismo es refrescante. Desde un Uatu voyeurista, hasta un Hulk infantil, pasando por un Spider-Man que busca peleas de bar, un Doctor Strange psicodélico, un Iron Man que combate a carnes frías parlantes e historias de espionaje.

Versión "limpia" de la tercera portada, ilustrada por el creador de Usagi Yojimbo, Stan Sakai.

Mis segmentos favoritos son el de Paul Pope (cuyo arte es tan bueno como siempre), los de Brian Maruca y Jim Rugg (políticamente incorrectos e irreverentes), el de mi adorado Jason (con sus tradicionales animales antropomórficos pero haciendo de Peter Parker y compañía), el de Jhonen Vasquez (creador de Invader Zim) y el de Paul Hornschemeier (muy filosófico, como de costumbre). No me gustó mucho el de Chris Chua (sobretodo porque no pude reconocer a muchos de los personajes y me costó trabajo seguir la "historia") y los de Peter Bagge me parecieron muy pesados. Pero en general es una lectura bastante recomendable, más que nada para gente con afinidad por los comics de las editoriales Fantagraphics o Top Shelf.

Todas las imágenes © y M. R. de Marvel Comics, supongo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Seda


Desde hace varios años había escuchado cosas buenas de esta novela. ¿O es un cuento largo? Por fin lo conseguí prestado y me di a la tarea de leerlo. Es tan breve que un solo día basta para terminarlo. Cabe decir que satisfizo mis expectativas.

¿Es posible amar a alguien con quien ni siquiera se ha cruzado palabra? ¿Sostener una relación  basada en mínimos contactos por unos cuantos días al año? ¿Alimentar una obsesión durante varios años, una pasión desmedida? ¿En qué radica la diferencia entre lujuria, pasión y amor?

Un comerciante de gusanos de seda visita el lejano Japón en busca de huevos de gusano sanos. Estando ahí, entra en contacto con una misteriosa mujer, aparente concubina de su vendedor. Con el paso de los años, algo extraño surge entre ellos hasta que la guerra le pone fin. Sin embargo, la parte más importante de la historia ocurre tras esta separación, y la revelación final habla de un amor profundo, de esos que parece ya no se hacen en este mundo.

Dificilmente puedo contarles más al respecto, es mejor que lean este libro por ustedes mismos. La prosa manejada por Baricco es muy rica, sus capítulos muy breves. El pasaje erótico es hermoso y nada mojigato. Para darles una probadita, procedo a transcribir algunas de mis líneas favoritas:

- Jean Berbeck había decidido un día que no hablaría nunca más. Mantuvo su promesa. Su mujer y sus dos hijas lo abandonaron. Él murió. Nadie quiso su casa, así que ahora era una casa abandonada.

- Encontró a Baldabieu en el café de Verdun, en el billar. Siempre jugaba solo, contra sí mismo. Extrañas partidas. El sano contra el manco, las llamaba. Tiraba un golpe normalmente y el siguiente con una sola mano. El día que gane el manco -decía-, me marcharé de esta ciudad. Desde hacía años, el manco perdía.

- "Debo comunicaros una cosa muy importante, monsieur. Damos todos asco. Somos todos maravillosos, y damos todos asco."

- No quedaba nada.
  No quedaba un alma.
  Hervé Joncour permaneció inmóvil, mirando aquel enorme brasero apagado. Tenía tras de sí un camino de ocho mil kilómetros. Y delante de sí, la nada. De repente vio algo que creía invisible.
  El fin del mundo.

- Parecía un catálogo de huellas de pequeños pájaros, compilado con meticulosa locura. Era sorprendente pensar que, por el contrario, eran signos, es decir, cenizas de una voz quemada.

- Viajaban sin fechas y sin programas. Todo les sorprendía; en secreto, su propia felicidad. Cuando sentían nostalgia del silencio, volvían a Lavilledieu.

- Puesto que la desesperación era un exceso que no le pertenecía, se volvió hacia lo que había quedado de su vida y empezó de nuevo a ocuparse de ello, con la inquebrantable tenacidad de un jardinero en su trabajo la mañana siguiente a una tempestad.

¿Quién puede matar a un niño?

(Narciso Ibañez Serrador, España, 1976)

Pocas cosas dan más miedo que niños malignos. Piénsenlo bien: tienen la gran ventaja de que nadie pensaría mal de ellos, lo cual les facilita cometer las atrocidades que quieran y conservar su imagen de inocencia intacta (como Dorian Grey). Esta película, que bien podría formar parte del maratón titulado "¿Segura quieres tener hijos?", es una joya del cine de terror.


La cinta da comienzo con una pantalla completamente oscura y una vocecita infantil canturreando algo. Luego se proyectan imágenes documentales en blanco y negro con sórdidos retratos de diversas guerras y revueltas civiles: la Segunda Guerra Mundial, la independencia de India, la guerra civil en Hong Kong, la guerra de Vietnam, el panorama de hambruna en Nigeria (particularmente en la infame Biafra, con sus niños raquíticos). Un narrador de noticiero habla sobre el papel de los niños como víctimas en todos estos conflictos. El poder perturbador de las secuencias en que se muestran cientos de cadáveres y cuerpos desnutridos es realmente impactante.


De esto vamos al contraste total: una playa de primer mundo donde los turistas acomodados disfrutan de sus "merecidas" vacaciones. La calma se ve interrumpida por un cadáver que aparece flotando. Su procedencia es desconocida, pero las heridas que le ocasionaron la muerte fueron ocasionadas por alguien monstruoso, inhumanamente cruel.

Atrapados por una horda de escuincles.

Entonces aparecen nuestros protagonistas: Tom y Evelyn, pareja británica que busca relajarse en la ciudad costera de Benavís. Desafortunadamente para ellos, el pueblo festeja una fiesta local y todo está a reventar. Evelyn tiene seis meses de embarazo, están esperando a su tercer hijo y buscan un ambiente pacífico. Así las cosas, deciden visitar la cercana isla de Almanzora, pues Tom la conoció años atrás. Al llegar a ésta, todo está prácticamente desierto. No hay más que niños en todas partes.

Como zombies, pero con caritas lindas.

Poco a poco empezamos a descubrir qué ocurrió. Algún suceso inexplicable convirtió a los pequeños en feroces asesinos. Pero lo peor del caso es que no se vuelven bestias, sino que siguen siendo criaturas de aspecto inocente que sólo parecen jugar (como cuando usan un cadáver como piñata, con una guadaña para pegarle). Es así que la pareja de turistas debe luchar por su vida, enfrentándose al dilema de "ellos o nosotros."

Chamacos precoces... y necrófilos.

El filme puede tener varios subtextos, desde una postura pro-elección en cuanto al tema del aborto hasta el simple temor a ser reemplazado por la siguiente generación, tal como seguramente lo experimentó el Cromagnón cuando apareció el hombre de Neanderthal. Con excelentes momentos que escandalizan pero dan lugar a la reflexión, esta maravillosa película está en la misma línea pesimista de Night of the Living Dead (George A. Romero, Estados Unidos, 1968) y Shivers (opera prima de David Cronenberg, Canadá, 1975).

Ternurita...

Hablando de Cronenberg, pude ver esta cinta española en la Cienteca Nacional como parte de un programa doble titulado Engendros del demonio. Pagando un solo boleto, pueden ver ¿Quién puede matar a un niño? seguida de Los engendros del diablo (The Brood, David Cronenberg, Canadá, 1979), una de las mejores películas que vi el año pasado. Yo no me pude quedar a ver las dos pero este sábado se repetirá el programa, así que no se lo pierdan.

Los "niños" diabólicos de The Brood.

Batman and Robin vol. 3: Batman and Robin Must Die!


Continuando con uno de los mejores comics que leí el año pasado, salió el tercer y último libro de Grant Morrison en Batman and Robin. Con éste termina de atar varios cabos sueltos de Batman R.I.P. y culmina con el regreso de Bruce Wayne, el Batman original, presentando su nueva postura para el lanzamiento del nuevo título Batman Inc.


Como siempre ocurre con Morrison, la trama está plagada de simbolismos que pueden pasar desapercibidos. Los títulos de cada capítulo corresponden a nombres de pinturas que giran en torno a la Muerte. La intención era llevar el ambiente gótico al extremo de la farsa, a niveles ultra-violetas según palabras del autor. Aquí también regresa Simon Hurt/Thomas Wayne, principal antagonista de R.I.P. y elemento que representa al diablo. El Joker también vuelve, pero en un papel distinto a los que ha tenido hasta ahora. Por fin nos queda claro qué tanto había de verdad en el escándalo sobre los padres de Bruce Wayne.


El arte corre a cargo de Frazer Irving, quien colaboró con Morrison en Seven Soldiers: Klarion the Witch Boy. Su estilo se caracteriza por el uso de colores muy vivos y líneas gruesas, además de muchas sombras y pocos detalles, reduciendo las imágenes a sus elementos básicos. Para el capítulo final, el one-shot Batman: The Return, las labores artísticas corren a cargo de David Finch, cuyo estilo hiperrealista y oscuro me recuerda tal vez demasiado a Jim Lee o a Marc Silvestri. También participan, aunque en menor medida, Cameron Stewart y Chris Burnham. Las portadas, como en toda la corrida del título, fueron hechas por el grandioso Frank Quitely. Creo que nunca me cansaré de elogiarlo, definitivamente es mi artista favorito. Aunque las portadas variantes de Irving, Ethan Van Sciver y la de Finch no están nada mal.


Con los comics de superhéroes mainstream, a veces llega a ser un poco frustrante que las historias nunca terminen y que siempre haya una continuación, haciendo difícil seguir los títulos por un largo período de tiempo. Pero mientras Morrison siga escribiendo Batman, yo seguiré leyéndolo. Eso sí, en cuanto deje el título, me voy con él.

martes, 24 de mayo de 2011

Batman: The Return of Bruce Wayne


Esta miniserie de seis números, definida por su escritor como "psico-ciencia-ficción sobrenatural," nos cuenta las aventuras de Batman desde su aparente muerte en Final Crisis hasta su regreso para Batman Incorporated. Desafortunadamente, es bastante necesario leer todo lo que ha venido escribiendo Grant Morrison en el Universo DC, o al menos su temporada en los títulos de Batman, Batman and Robin y el mencionado evento del 2008.

Las portadas originales por Andy Kubert. Si se fijan con atención en la "línea" del horizonte en todas, descubrirán un detalle curioso.

Al final de este evento, Batman se enfrenta a Darkseid y le dispara con una bala especial capaz de matar a un Nuevo Dios (rompiendo su juramento de nunca usar armas de fuego). En represalia, el villano cósmico lo ataca con el Efecto Omega pero en vez de matarlo, lo desplaza temporalmente a la Edad de Piedra. Un Bruce Wayne amnésico luchará por regresar a su tiempo, sin saber que al acercarse al presente se cargará de radiación Omega y, si tiene éxito, traerá consigo el fin del mundo.

Las portadas variantes, a cargo de los artistas interiores (excepto la cuarta, dibujada por quien se suponía haría también el interior).

Más que comics temáticos que juegan con los subgéneros (como las portadas podrían hacernos pensar), se trata de una serie compleja que maneja esoterismo, paradojas temporales, acción y un misterio que debe ser resuelto por el más grande detective del mundo (al menos en los comics). Batman logra descifrar lo que está pasando y encuentra la manera de burlar su destino y salvar al mundo (¿acaso lo dudaban?)

Batman cavernícola.

Como ya es costumbre, Morrison utiliza elementos pertenecientes a la continuidad oficial desde décadas atrás, dándoles un giro moderno e incorporándolos a las historias y conceptos que ha creado él mismo. En esta miniserie se resuelven líneas argumentales que fueron sembradas desde años atrás en otros títulos que ha escrito.

Batman vaquero.

Cada número se desarrolla en una etapa de la historia y es dibujado por un artista distinto: la Edad de Piedra (por Chris Sprouse), la etapa Puritana de los peregrinos (por Frazer Irving), el final de la edad de oro de los piratas (por Yanick Paquette), el viejo Oeste (por Georges Jeanty), un pastiche del género noir actualizado (por Ryan Sook y Pere Perez) y la época actual (por Lee Garbett). Si bien también hay avistamientos del fin del tiempo, la mayor parte de la acción se desarrolla en las épocas mencionadas. Todos los artistas hacen un trabajo notable, con la excepción de Jeanty que se queda corto comparado con el resto. No me sorprende, ya que fue un artista de relleno de último minuto, reemplazando a Cameron Stewart; me hubiera gustado ver cómo lo hubiera hecho éste, lo peor del caso es que de todos modos la serie terminó de publicarse con atrasos. El capítulo de piratas incluye, en sus interludios en la época actual, a varios elementos femeninos de la JLA (pues sería un desperdicio tener a Paquette y no ponerlo a dibujar mujeres hermosas).

Batman noir.

En general, la historia es bastante buena, con riesgos reales para los personajes involucrados, mucha muerte y oscuridad por todos lados. El mito del origen de Batman se repite a lo largo de la historia, tanto de los antepasados de Bruce Wayne como de Ciudad Gotham misma. Eventualmente conseguiré la edición en hardcover, ya que quiero incorporarla a mi colección y me gustaría saber qué extras incluye.

lunes, 23 de mayo de 2011

Contraté un asesino a sueldo

(I hired a contract killer, Aki Kaurismäki, Finlandia-Francia-Alemania-Suecia-Reino Unido, 1990)

Una película de mi director vivo favorito, nos cuenta la historia de Henri Boulanger (interpretado por Jean-Pierre Léaud, el actor fetiche de Truffaut) quien tras quince años de trabajar para una empresa de gobierno en Londres es despedido. Sin amigos ni motivo alguno para continuar viviendo, intenta fallidamente suicidarse. Dadas sus dificultades decide, como el título lo indica, contratar un asesino a sueldo para que lo mate. Sin embargo, mientras espera la llegada del matón, encuentra el amor y decide cambiar de opinión, por lo que debe burlar a su verdugo para conservar la vida.


Como toda la obra de Kaurismäki, contiene sus elementos representativos: actuaciones lacónicas e inexpresivas, humor sutil e inocente, personajes que fuman, rock clásico y tangos, una cantidad reducida de diálogos, locaciones con paredes de colores llamativos, un amor sincero que surge con facilidad, la perspectiva de las clases trabajadoras y una profunda reflexión sobre la vida y la felicidad.


Siendo un maestro del lema "menos es más," el directo finlandés nos demuestra una vez más que no se necesita de mucho metraje (o mucho presupuesto, para el caso) para contar una buena historia. Sus personajes poseen una gran ingenuidad y una bondad innata que nos ayuda a creer en la humanidad. Tiene momentos realmente hilarantes, como el intento de suicidio metiendo la cabeza al horno con la llave del gas abierta sólo para escuchar como deja de salir éste seguido de un voceador anunciando una huelga de los trabajadores de esa industria, o el diálogo entre Henri y su enamorada: "¿Te enamoraste de mis ojos azules?" "¿Son azules?" (Se levanta, camina hasta ella y ve sus ojos de cerca para regresar a su lugar diciendo:) "Sí, SON azules."


Por si fuera poco, esta cinta también cuenta con un breve cameo del difunto Joe Strummer, cantando y tocando la guitarra en una cafetería. Mostrándonos un Londres alejado del glamour al que nos tienen acostumbrados otras películas, el corazón de este filme está en las vidas de sus personajes, en el contacto de sus almas y en lo esperanzador de sus futuros, aún cuando tengan casi todo en contra.

Alucardos: Retrato de un vampiro

(Ulises Guzmán, México, 2011)

Parte documental sobre la vida y obra de Juan López Moctezuma, el realizador de la cinta de culto Alucarda (México, 1978), parte reconstrucción ficticia sobre las vidas de dos fans de dicha película que conocieron al director bajo circunstancias fantásticas, este filme recurre a entrevistas, recreaciones e incluso animación para contar una gran historia.


Por un lado, tenemos al mito: López Moctezuma fue todo un "hombre renacentista," exitoso en diversos ámbitos, culto y rodeado por gente creativa e influyente. Tras dar rienda suelta a su genio, pierde el control sobre éste y se pierde en los abismos de la locura: termina recluido en un hospital psiquiátrico. Simultáneamente se nos presenta a Lalo y a Manolo, dos jóvenes que parecen no tener mucho que ver con el artista más allá de su devoción por la blasfema película sobre una vampiresa lesbiana. Conforme avanzan las narrativas, convergen en el punto en que los seguidores del director ayudan a su ídolo a escapar del sanatorio y lo reincorporan a la realidad de una manera muy humana.


Con toques de misterio, fantasía y horror, este íntimo retrato nos ayuda a conocer al hombre tras la leyenda y algunos de sus secretos, además de mostrar cómo su obra pudo influir fuertemente en al menos este par de vidas. A pesar de que la realización es un tanto incompetente, las animaciones son deplorables y considero de dudoso valor la inclusión de las historias personales de estos fans from hell, la fuerza del material que originó este documental es tanta que levanta al mismo a alturas bien merecidas.

Hielo negro


La más reciente novela de Bernardo Fernández, Bef, es una especie de secuela a su primera novela publicada, Tiempo de alacranes (reseñada con anterioridad en éste, su blog de confianza). Regresa Lizzy Zubiaga, heredera del cártel de Constanza, y su ahora antagonista, la agente Andrea Mijangos de la Policía Judicial (quien fuera un personaje más bien fugaz en su primera aparición). También vuelve el otrora Lic. Gómez Darkseid (ahora capitán de la AFI) y Pancho, el fiel asistente del Señor ahora a las órdenes de su hija.

Sin negar sus raíces como escritor de ciencia ficción o, mejor dicho, de literatura especulativa, Bef nos presenta una historia cyberpunk disfrazada de novela negra: en ella hay drogas de diseño y una solidez en el aspecto químico de la creación de las mismas que revela la rigurosa investigación propia de la CF "dura."

Algo que me gustó mucho de la novela es que, a pesar de tratar sobre narcotráfico y crimen organizado, logra zafarse de los estereotipos de este subgénero. La nueva dirigente del cártel lo convierte en una corporación, modernizando su papel en la sociedad. Reniega de todo lo que tenga que ver con el prefijo "narco-" y no sólo mata por matar, sino que va más allá para hacer de sus crímenes instalaciones artísticas sofisticadas.

Por otra parte, la perspectiva de los agentes de la ley es este libro nos hace preguntarnos si habrá algún elemento realmente honesto e incorruptible, mostrándonos los distintos tipos de tranzas que se antojan generalizados en todos los niveles de la lucha contra el crimen. También refleja de buena manera la competitividad y falta de cooperación entre los diversos órganos de protección civil.

Bef continúa con su tendencia de escribir capítulos breves que obligan al lector a no parar de leer, aunque se agradece que esta novela, al igual que la anterior (Ojos de lagarto, 2009), no sea tan corta como sus primeras obras. Los mundos construidos por el autor se asemejan demasiado al nuestro, haciéndonos confrontar aspectos de nuestra realidad que tal vez no nos gusten tanto. Lo único que siento va en detrimento de Hielo negro es la (a mi parecer) excesiva cantidad de referencias a libros, películas, actores, directores, grupos de rock, canciones, comics, escritores, etc, etc, etc. que parece más una lista de recomendaciones personales (que no dudo que lo sea) y diluye un poco la contundencia narrativa de la trama. Pero fuera de eso, esta novela les brindará un trepidante recorrido por los bajos mundos de los narcóticos lleno de violencia, sangre, arte, sexo y estados alterados de la consciencia.

Por si fuera poco, el final del libro parece anticipar una serie de novelas con los mismos personajes. No puedo esperar a ver qué se le ocurre a éste, mi escritor mexicano favorito, para la siguiente entrega.

El autor, orgulloso de su más recietne obra.

domingo, 22 de mayo de 2011

Seres humanos

(Jorge Aguilera, México, 2001)

Recordaba esta película con gran cariño, pues la vi en mi primer Foro Internacional de la Cineteca. En su momento la disfruté enormemente y formó parte del grupo de películas que me abrieron los ojos a un tipo de cine diferente. El pasado viernes tuvo una proyección como parte del festival Mix de diversidad sexual en cine y video . No sabía que estaba programada pero como se dio la casualidad de que tenía un par de horas muertas y estaba por ahí, no dudé en entrar a verla.


Tenía un poco de temor, podía descubrir que en realidad no es tan buena como la recordaba, o que tal vez la primera vez que la vi mi sensibilidades como cinéfilo "adolescente" hubieran hecho que me deslumbrara. Al ver en los créditos iniciales que era del CCC dudé aún más, pues hoy en día las cosas que salen de ahí son bastante pretenciosas. La primera mitad me pareció un poco pesada y tiene algunos elementos un tanto pedantes, como la inclusión de números de danza contemporánea y diálogos demasiado rebuscados que nunca escucharemos a alguien en la vida real utilizar. Pero la segunda parte se compone bastante, mostrando el corazón de la historia y la humanidad de los personajes.

 
¿Cuánto tiempo podemos negar nuestro dolor? ¿Cómo le hacemos frente? Una familia de clase alta sufre la pérdida de la hija menor cuando su hermano también era pequeño. La madre, quien conducía un programa de televisión en el cual ayudaba a la gente a reencontrarse, cambia su show por uno de amarillismo y explotación, en donde busca darle su lugar en el mundo a los titulares seres humanos que son marginados (mientras ella permanece a la orilla de los reflectores, evitando su propio lugar en el mundo). El padre busca la muerte y se refugia en la catatonia, años después empieza a imaginar que su hija está viva y que lo acompaña a todas partes. El hermano se vuelve un poco autista para después volverse un genio, pero falto de afecto e incapaz de relacionarse con los demás.

Los sucesos en sus vidas, juntas en el día a día pero separadas por abismos insalvables, los llevan a enfrentar su dolor de distintas maneras. Se dan cuenta, cada uno a su forma, de la pena que han arrastrado por tanto tiempo y a la cual han intentado jalar a quienes los rodean. En un camino de aceptación enfrentamiento, logran alcanzar cierta sembalnza de redención.

Tiempo de alacranes


Con motivo de la salida de la más reciente novela de Bernardo Fernández, Bef (mi escritor mexicano favorito), decidí releer su primera novela publicada. Esto se debe a que la nueva, Hielo Negro, es una especie de secuela a Tiempo de alacranes. Bueno, más que nada retoma a algunos de los personajes y hace referencia a varias de las situaciones ocurridas en ella.

La primera vez que la leí, me tardé dos horas y media. Su agilísima prosa hace que sea muy fluída la lectura, además de que Bef es todo un experto en la economía de las palabras: sus capítulos son breves y concisos, lo cual facilita el continuar leyendo pues nunca se avecina un largo y pesado capítulo.

El "Güero," un sicario para el cártel de Constanza pensando en retirarse pues ya se siente viejo (apodado así por ser tan despiadado como los alacranes güeros), acepta un último trabajo: matar al testigo protegido que puso a su patrón tras las rejas. Sin embargo, una crisis existencial le lleva a cuestionarse su papel como matón y le dificulta las cosas. Al mismo tiempo, tres jóvenes que residen en Canadá (dos de ellos mexicanos y uno proveniente de Latveria, salido del universo Marvel, al parecer) deciden recorrer los Estados Unidos con rumbo a México robando tiendas y bancos (y Obrad, el europeo, cada vez disfruta más de matar a los empleados). También hay un par de matones y estafadores de poca monta, Tamés y "el gordo," que van de trabajito en trabajito intentando conseguir unos cuantos pesos.

Los caminos de estos personajes, el líder del cártel de Constanza y un escuadrón anti-asaltos de la policía convergen en un violento encuentro del que pocos saldrán con vida. Se revelan lazos familiares y varios testimoniales nos hacen conocer al "Güero" a profundidad. Con referencias a comics, caricaturas, música y películas, esta corta y entretenida novela con "estructura" de lucha libre (pues es presentada en tres "caídas") es a la vez emocionante y divertida. Mi capítulo favorito se titula "Aquí la víctima soy yo" y termina con dos matones y una jovencita abrazados y llorando en medio del desierto, al lado de un Impala 70 negro con llamas pintadas a los costados. Ampliamente recomendable, una novela que no deben perderse por nada del mundo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Northlanders Vol. 1: Sven the Returned


Brian Wood es uno de mis escritores favoritos. Bueno, a veces. Cuando leí Demo me encantó y decidí buscar más cosas escritas por él, no todas igual de buenas. Fue así que llegué a Northlanders, título del cual había escuchado mucho. En esencia, es un comic de vikingos. Algo que me resulta interesante y que diferencia a esta serie de otras es que no cuenta con protagonistas regulares. La serie está planeada como una sucesión de historias (que serán compiladas en trades) retratando las historias de varios personajes a través de la Época Vikinga, basándose en eventos históricos reales. Mezclando ficción histórica, acción de espadazos y drama, Wood se propone hacer un comic que le haga justicia a los vikingos.

Porción de la portada variante al número 2, a cargo de Andy Kubert.

Y lo logra, con ciertas reservas. La forma de escribir característica de Wood resalta el "modernismo" de sus personajes, lo cual puede llegar a ser anacrónico en un título como éste. Los diálogos son demasiado actualizados, lo cual le resta credibilidad a los hechos mostrados. Este gusto por la modernidad también está reflejado en el personaje principal de esta serie, Sven, quien fue vendido como esclavo por renegar de sus deidades. Al crecer, tras conseguir su libertad y el éxito como miembro de la guardia varega, se entera de la muerte de su padre y decide regresar a sus tierras para reclamar lo que por derecho le pertenece. Acostumbrado a los lujos y el color de Constantinopla, desprecia las frías regiones que lo vieron nacer, pero las cosas no saldrán como él planea y terminará viendo a su gente con otros ojos. Siendo un hombre que no cree en nada, respeta no obstante las creencias ajenas, reflejando de este modo la transición del politeísmo al Cristianismo que tuvo lugar durante ese período histórico. Las primeras dos terceras partes de la trama son pura acción y background, sin mucho desarrollo de personajes. Sin embargo, el final hace que valga la pena el viaje, llegando a una conclusión anticlimática y bastante atípica pero llena de humanidad.

Porción de la portada variante al número 3, a cargo de Dave Gibbons.

El arte en este primer arco narrativo está a cargo de Davide Gianfelice, cuyo estilo al dibujar armas y ropa me recordó un poco a Chris Bachalo (sin llegar a ser tan abigarrado) y cuyas personas, en especial sus mujeres, se me hicieron medio Eduardo Risso (sin tantas sombras). Hubiera preferido arte interior más similar a las portadas de Massimo Carnevale, mucho más realista y sobrio, pero no me quejo. Los colores aplicados por Dave McCaig le imprimen las atmósferas necesarias a la historia: frías y sangrientas. El final del trade recuperó mi interés, por lo que le echaré un vistazo a los siguientes volúmenes.