(Julio Hernández Cordón, Guatemala-México-Francia, 2010)
A pesar de que la historia contada por esta película es ficticia, sus personajes son gente real. Los "actores" se interpretan a sí mismos en una versión a la vez cruda y cómica de sus historias personales. El principal protagonista es Don Alfonso, un hombre que a pesar de la extorsión por parte de la Mara se niega a abandonar su marimba.
La cinta da inicio con un testimonio casi documental de Don Alfonso quien nos muestra cómo, tras ocultar a su familia para protegerla, está completamente solo con su instrumento. Éste, con el apropiado letrero de "Siempre juntos", es lo único que queda en su casa. El hombre lleva a cuestas su marimba a todas partes para no quitarle el ojo de encima en ningún momento, mientras va en busca del escaso y anhelado trabajo.
Después conocemos a "Chiquilín", un personajazo impresionante. Con deformidades físicas ocasionadas al haber sido atropellado por un camión durante la infancia, con una limitada educación y criterio limitado, es no obstante una persona con mucha seguridad en sí mismo y una gran pasión por la vida. Entra a la historia contándonos sobre su fuga de un aparente centro de detención. Ahijado de Don Alfonso, le ayuda a encontrar un lugar donde esconder la marimba y lo pone en contacto con el último elemento de nuestra tercia de personajes.
El "Blacko" es un metalero de renombre en Guatemala, aunque recientemente se dedica a practicar la medicina (no con mucho éxito, dada su apariencia de "peludo"). Chiquilín y Don Alfonso le proponen experimentar musicalmente, para mezclar la marimba con el metal. De esta forma surgen Las marimbas del infierno, quienes se ponen a componer canciones y a buscar audiencias para su curiosa fusión.
Manejando mucho humor, con una historia interesante y llena de conflictos, al mismo tiempo que se nos presenta un retrato de las adversidades a las que hace frente el pueblo guatemalteco hoy en día, este filme es una de las cartas fuertes en esta edición del Foro. Muy recomendable, simplemente por la riqueza de sus personajes.
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