(César del Álamo, España, 2009)
Esta película española formó parte del Festival Macabro del año pasado. Ana Paula y Miguel la vieron y me hablaron maravillas de ella, pero desafortunadamente no pude verla entonces. Afortunadamente, el Film Club Café organizó una proyección con videoconferencia al terminar la función como parte de los festejos por su quinto aniversario.
La sinopsis mencionaba que la historia tenía una fuerte influencia de Brian De Palma y que en la película, asesino, víctima e investigador tienen mucho en común. En lo personal, el cine de De Palma no es de mi total agrado y temía sentirme timado como cuando veo una de sus películas. Por fortuna, el manejo del guión evita la vuelta de tuerca innecesaria y desde el principio deja las cosas en claro.
Luisa es una joven mujer que vive con su novio y se preocupa por la influencia que han tenido sus padres en ella. Debido a ciertos problemas que tuvo en el pasado, consume medicamentos de efecto no especificado. Cuando su novio deja la casa, el teléfono suena ominosamente y ella lo contesta. Posteriormente despierta, con otra ropa y sin recordar nada de lo ocurrido las horas anteriores. Un vídeo le revela que ella misma, o más bien otra personalidad que habita en su interior, cometió una serie de atroces asesinatos, incluyendo un ataque a su novio quien se encuentra moribundo a la puerta del piso. Entonces Maira (¿o es Luisa? ¿Y quién diablos es Inma?) debe averiguar cómo solucionar su predicamento.
No les arruino nada al decirles que se trata de una cinta de personalidad múltiple. Lo interesante aquí es cómo, a través del manejo de las imágenes y los colores, se nos presenta una estructura no lineal que sin llegar a confundir al espectador reconstruye los sucesos y pone las piezas en su lugar. La actuación de Maya Reyes merece una mención especial, pues logra hacer que una idea compleja funcione a la perfección. También fue muy agradable poder charlar con el realizador tras la proyección. Fue interesante conocer que la cinta se filmó con un presupuesto realmente bajo, pues casi no se le nota. También el tema de la distribución "alternativa" es algo que sería bueno revisar en nuestro país.
Cuando uno tiene expectativas muy altas antes de ver una película se corre el riesgo de quedar decepcionado y salir pensando "¿qué le vieron?" Ese no fue el caso con Mí, pues cubrió y excedió mis expectativas.
Te lo dijimos... :)
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