sábado, 9 de abril de 2011

Desconocido

(Jaume Collet-Serra, Estados Unidos-Alemania, 2011)

Cuando vi el trailer de una película de acción con Liam Neeson, inmediatamente pensé en lo mucho que disfruté Búsqueda implacable (Taken, Pierre Morel, Francia, 2009). Además, la trama parecía interesante: un científico va a Alemania para un congreso en bioquímica, al tomar un taxi de regreso al aeropuerto para recuperar una maleta sufre un accidente, se golpea la cabeza y despierta horas más tarde en un hospital. Cuando regresa a su hotel otro hombre dice ser él, su esposa parece no reconocerlo y todo está al revés, por lo que debe pelear por recobrar su identidad. Desafortunadamente, esta cinta no cuenta con el excelentemente logrado guión de Luc Besson y es tan efectista que termina decepcionando.


El director solamente ha hecho trabajos por encargo y se nota. Su anterior película, La huérfana (Orphan, Estados Unidos, 2009) se acerca peligrosamente al límite de la verosimilitud pero se mantiene del lado indicado. No se puede decir lo mismo de ésta, su más reciente obra. Desde que una taxista inmigrante es tan increíblemente guapa como Diane Kruger me empezó a costar trabajo creerle lo que me quería contar. El hecho de que, para escapar de un auto caído en un río, pueda romper los cristales con el bastón de seguridad me pareció risible. Detalles similares -como el que Neeson se baje de un taxi en segunda fila, habiendo hecho alto total en plena luz verde sólo para que casi lo atropelle una camioneta misteriosa- reflejan pereza, incompetencia o ambas al trabajar el guión. Recursos como balaceras inverosímiles y camionetas que explotan (qué, ¿los años 90 regresaron y no me dí cuenta?) hicieron que terminara por fastidiarme enteramente.


Ultimadamente, esta cinta es un claro ejemplo de que no existen malas ideas, sólo malos manejos. Lo interesante de la película es la "revelación" de la cuestión de identidad robada, la cual detallo a continuación (en letras blancas para evitar arruinarles la sorpresa, por si mi advertencia no es suficiente para quitarles las ganas de verla): Resulta que Neeson y su fría "esposa" son en realidad asesinos terroristas asumiendo identidades ficticias para poder acercarse a un científico, robarle una investigación importante y asesinarlo, haciéndolo parecer un daño colateral en el asesinato de un prominente líder político de Medio Oriente, quien de por sí es propenso a atentados contra su vida. Al golpearse la cabeza durante el accidente, su memoria se vio afectada y empezó a reconstruir su identidad a partir de los recuerdos que tenía sobre su alter ego fabricado, creyéndose la historia que él mismo inventó. Lo que me resulta ingenuo en exceso es la noción de que un bastardo sin corazón de primera pueda volverse un auténtico héroe sólo por un golpecito en la cabeza, pues aún tras recuperar la memoria "se da cuenta" de lo erróneo de su proceder y decide impedir el crimen.

Además de la propuesta original y creativa para resolver la situación trillada, destaca el rol del enorme Bruno Ganz. Pero fuera de esto, la cinta es aburrida, exasperante y pésimamente mal lograda.

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