martes, 8 de marzo de 2011

Amigos con derechos

(No strings attached, Ivan Reitman, Estados Unidos, 2011)

Ivan Reitman, el director que nos trajo Ghostbusters 1 y 2 en los 80, sigue dando batalla a sus 64 años e intenta mantenerse vigente. Con esta película se une a la tendencia que yo llamo chick flicks "incluyentes," mostrando a una fémina liberada que busca una relación meramente sexual, sin compromisos, y a un hombre sensible que demuestra tener sentimientos. Básicamente, de eso se trata la trama: Adam está dolido porque su novia lo dejó (por su padre) y se reencuentra con Emma, una peculiar estudiante de medicina que nunca demuestra lo que siente. Por acuerdo mutuo optan por tener una relación basada solamente en el aspecto sexual pero, obvio, los innegables encantos y persistentes atenciones del galán terminan por derretir el corazón de la chica.


Plagada de momentos cursis, no tan sexosa como otras cintas de esta corriente, en un momento parece que Reitman le va a copiar a su hijo Jason un segmento simplemente glorioso de Up in the air (Estados Unidos, 2009) en el cual el protagonista ve su error y corre, de la forma más cliché posible, al encuentro del objeto de su afecto, sólo para darle la vuelta a la convención del género y mostrar una situación bastante agridulce. Sin embargo, Reitman padre carece del valor que su hijo ha demostrado y regresa a la conclusión predecible y formuláica.


De cualquier forma, la historia se siente un poco más realista y honesta que la mayoría de las comedias románticas, y el final no me puso de malas (como de costumbre con este género).

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