Además de las películas que vi en cartelera comercial y en la Cineteca, también pude ver muchas más gracias a la tecnología del dvd. La mayor parte de estas las vi gracias a los maratones nocturnos. El último viernes de cada mes se lleva a cabo el Noctambulante, donde podemos gozar de una amplia selección de películas principalmente de horror, aunque también caben otros géneros. Para quienes no conozcan el proyecto, los invito a dar click acá. Por si fuera poco, el primer o segundo sábado de cada mes, la neuropandilla invita al resto de su banda estropeada a casa de Ana Paula para realizar un maratón casero. Gracias a estos eventos, un cinéfago puede ponerse al corriente y ver muchas películas de un jalón. Lo malo es que la falta de sueño acumulada pesa más cada año...
Dicho lo anterior, procedo a hablar de las películas que les recomiendo evitar a toda costa:
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10.- Dead snow, de Tommy Wirkola (Noruega, 2009).
Una comedia con zombis nazis que prometía bastante pero se cae desde casi el principio. Humor bobo, personajes planos, trama que no lleva a ninguna parte, zombis mal justificados... y final absurdo (se mueren todos). Me hizo reír un par de veces, pero no más.
9.- Bitch slap, de Rick Jacobson (Estados Unidos, 2010).
De por sí no se puede esperar mucho de una cinta de exploitation que sólo promete constantes tomas a escotes desbordantes, una que otra escena lésbica y un remedo de trama para poder poner a cuadro a tres bellísimas mujeres ensuciándose, quitándose a mugre a cubetazos de agua y desde luego peleando, todo esto filmado con una estética similar a los anuncios del Palacio de Hierro. Hasta ahí podría ser un placer culpable disfrutable, pero el final no sólo se les cae sino que lo tiran a propósito y una vez en el suelo lo agarran a patadas, lo pisotean, lo bañan en gasolina y le prenden fuego. El final es tan malo que se te olvidan las escenas placenteras de las primeras tres cuartas partes.
8.- Hell ride, de Larry Bishop (Estados Unidos, 2008).
El conflicto entre dos pandillas de motociclistas y un "tesoro" escondido son la base de esta película en la cual el director se esfuerza tanto en imitar el estilo de Tarantino y Robert Rodríguez que más bien parece que les hizo una mamada a cada uno de ellos para que le produjeran la película. Aburrida e insufrible, ni siquiera un reparto que incluye a Dennis Hopper y a David Carradine logra levantarla. Por mí, esta película puede manejar directo hacia el infierno.
7.- Vertige, de Abel Ferry (Francia, 2009).
Un grupo de amigos se van a escalar montañas pero las cosas empiezan a salirles mal cuando empiezan a caer en trampas y perciben una amenazante precencia que los acecha. La idea de mezclar un deporte extremo en una película de horror me remite a la maravillosa El descenso (Neil Marshall, Reino Unido, 2005), pero a diferencia de esa cinta, ésta carece del rico conflicto entre los protagonistas y en lugar de recurrir a una amenaza más bien sobrenatural comete el error de poner a un montañés lelo y superfuerte como el "monstruo," volviéndose una más de las películas que caen dentro del nuevo cine extremo francés (o como sea que se llame la corriente).
6.- Twilight, de Catherine Hardwicke (Estados Unidos, 2008).
Llegué un poco tarde al fenómeno, pero por fin este año me ganó la curiosodad y la vi (sólo porque me la prestó mi amiga Melina). La verdad me hizo reír muchísimo, lo malo es que no es comedia. Actuaciones malas, efectos chafísimas, tremendos errores en el planteamiento básico de la trama (¿cómo puede una vegetariana enamorarse de un tipo que mata animales con sus propías manos? Porque si realmente fueran vampiros vegetarianos, chuparían la savia de los árboles), en fin qué más puedo decir que no se haya dicho ya. Tal vez algún día sea una película de culto como The lost boys (Joel Schumacher, Estados Unidos, 1987), pero nunca será buena.
5.- Boxcar Bertha, de Martin Scorsese (Estados Unidos, 1972).
Su segunda película, cuyo único atractivo es su aspecto de rareza. Producida por Roger Corman, es una muy fantasiosa versión sobre la vida de Bertha Thompson, asaltante de trenes de la década de los 30. Aburrida y plagada de clichés, apegada a los modos de las películas de explotación, tal vez en su época pudera considerársele innovadora y arriesgada pero hoy en día carece de valor casi por completo.
4.- Black devil doll, de Jonathan Lewis (Estados Unidos, 2007).
Algo que en principio podría parecer una parodia a Chucky, pero en la que el muñeco es poseído por el alma de un militante negro (perdón, afroamericano) en realidad no tiene nada que ver. Pensé que tendría un poco de esa ingenuidad del blaxploitation clásico, como la hilarante Blacula (William Crain, Estados Unidos, 1972), pero sólo es una muestra del humor guarro y escatológico especialidad de los gringos llevado al extremo. Mujeres chichonas y desnudas por donde se vea, sangre, sodomización, necrofilia y lo que quieran agregar para escandalizar a quien se deje, a mí sólo me aburrió. Y no me reí ni tantito.
3.- Superstition, de James W. Roberson (Canadá, 1982).
De por sí siempre desconfío de las películas canadienses, no he visto ninguna fuera de la obra de Cronenberg y The changeling que me haya gustado. Supuestamente trata del espíritu de una bruja que atormenta a los nuevos ocupantes, es más bien una colección de todos los clichés y sustos baratos del cine de horror. Y ni siquiera es de explotación, así que no encontramos el aliciente del caramelo visual.
2.- Someone's knocking at the door, de Chad Ferrin (Estados Unidos, 2009).
La reseña sonaba interesante, un grupo de estudiantes de medicina, cada uno de ellos con alguna forma de discapacidad o "defecto," experimentan con drogas poco comunes hasta que de algún modo invocan las almas de un matrimonio de asesinos seriales quienes regresan del pasado para perseguirlos. En teoría podría dar para algo bueno, pero lo único que lograron fue un montón de malas actuaciones y momentos shoqueantes que no le agregan valor a la trama, para que al final nos tomen el pelo con un "todo fue una alucinación inducida por la sobredosis." Puaj.
1.- Street trash, de J. Michael Muro (Estados Unidos, 1987).
Si quieren saber qué es esta película, sólo quítenle la primera palabra al título. Un tipo empieza a vender licor caduco a los vagos del área, pero el brebaje es tan malo que provoca desintegración total de quien lo consume. Un policía investiga las muertes y al mismo tiempo busca a un veterano de Vietnam convertido en vagabundo sociópata. Otros vagos violan en grupo a una mujer. En resumidas cuentas, una de esas películas del cine basura que sólo pretendían provocar reacciones de desagrado en su público y ni siquiera eso logra. Cuando la vi tenía tantas ganas de que se acabara que me quedé dormido y soñé que empezaban a salir los créditos finales, sólo para despertar y darme cuenta, desilusionado, de que aún no terminaba la tortura. Ni siquiera llega al grado de aquellas películas que de tan malas son buenas.
Pero basta de hablar de malas experiencias, ahora va lo bueno:
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15.- The Royal Tenenbaums, de Wes Anderson (Estados Unidos, 2001).
En general, toda su filmografía es ampliamente recomendable. Revisité esta película y recordé lo maravillosa que es. Además, la edición de la Criterion (que me la prestó amablemente Frankie) cuenta con una estupenda serie de extras, incluyendo un folleto con los planos de cada una de las habitaciones. En verdad, esa casa era un personaje más.
14.- Häxan, de Benjamin Christensen (Suecia, 1922).
Esta película muda es verdaderamente adelantada a sus tiempos. A manera de falso documental nos habla de los juicios y métodos de tortura llevados a cabo por el Santo Oficio en la época medieval, haciendo a la vez un comentario crítico al papel preponderante del psicoanálisis en épocas contemporáneas. Difícil creer que tiene casi cien años de antigüedad. Además, tuve la oportunidad de verla en una función especial, musicalizada en vivo por el conjunto de jazz y música instrumental La banda elástica. Gran experiencia.
13.- Angel-A, de Luc Besson (Francia, 2005).
Seis años después de The messenger: the story of Joan of Arc (Francia, 1999) y tras haber amenazado con que nunca más volvería a dirigir, Besson volvió a tomar el mando en una de sus producciones. Nos cuenta una historia muy intimista sobre un tipo de poca monta, chaparrito, tullido, franco-musulmán y endeudado hasta el cuello que está al borde del suicidio. A punto de saltar al río, conoce a una núbil mujer que salta antes que él, por lo que decide rescatarla. En compensación, ella pone su vida en sus manos y le ayuda a conseguir dinero para solucionar sus problemas. Pero este ángel salvador lleva las cosas más allá, ayudándole a André a aceptarse y amarse a sí mismo, involucrándose más de lo que debiera en el proceso.
12.- Mean streets, de Martin Scorsese (Estados Unidos, 1973).
En esta película podemos ver a Scorsese en sus mejores tiempos y en todo su esplendor, contándonos la historia de un italo-americano que intenta forjarse una repitación en los barrios bajos de la Pequeña Italia mientras intenta conciliar sus actos con su cinciencia católica. A quienes les impresione el estilo que tiene Tarantino para seleccionar la música en sus películas les sorprenderá darse cuenta de que no es nada nuevo, Scorsese lo hacía desde décadas antes.
11.- Safety last! de Fred C. Newmeyer y Sam Taylor (Estados Unidos, 1923).
Película protagonizada por el genial Harold Lloyd, quien fácilmente se ponía al tú por tú con Chaplin o Keaton pero no corrió con la fortuna de llegar a ser tan conocido. El personaje de la película intenta impresionar a su novia haciéndose pasar por el gerente en la tienda departamental de la cual es sólo un empleado más. Agregando unos cuantos enredos más a su plan para quedar bien con la chica, termina viéndose forzado a trepar un edificio de doce pisos por la pared exterior. Pocas veces he reído tanto. La musicalización en vivo a cargo de Fernando Rivera Calderón la hizo mucho mejor.
10.- Toy Story 2, de John Lasseter, Lee Unkrich y Ash Brannon (Estados Unidos, 1999).
Como preparativo para ver Toy Story 3, volví a ver las dos primeras en dvd. Esta fue una de las primeras películas en contradecir el dicho "segundas partes nunca fueron buenas," pues superó a su antecesora. Como en todas las películas de Pixar, el contenido emocional y el desarrollo de personajes le imprime una gran riqueza al producto final.
9.- Le samouraï, de Jean-Pierre Melville (Francia, 1967).
Como parte del maratón casero de películas sobre crimen, esta película minimalista nos presenta al antihéroe perfecto, un asesino a sueldo que vive en soledad, no guarda apegos y se rige por un estricto código moral.
8.- Whatever works, de Woody Allen (Estados Unidos-Francia, 2009).
Esta película que, tristemente, nunca gozó de un estreno comercial, definitivamente se puede contar dentro de las mejores películas del prolífico director norteamericano. Con un humor muy ácido nos cuenta la historia de Boris Yelnikoff, viejo, cínico, inteligente y cosmopolita, quien por casualidad empieza a albergar en su casa a su completo opuesto Melodie, joven, ingenua, simple y pueblerina. Una relación amorosa atípica surge entre ellos. Entre mis líneas favoritas están: "I´m dying!" "Now?" "No, eventually!" y también cuando una madre le reclama a Boris por haberle dicho a su hijo que era tonto en sus clases de ajedrez, cuando la mujer dice que su hijo es muy inteligente, le responde "in YOUR opinion!"
7.- La Haine, de Mathieu Kassovitz (Francia, 1995).
Nunca antes había tenido ocasión de verla y siempre le había traído ganas. Gracias a Noctambulante pude gozar de ella. Tres amigos de distintas minorías en el Paris contemporáneo debaten sobre cómo reaccionar a la paliza policiaca que dejó a uno de sus amigos en coma. En una revuelta la noche anterior un policía perdió su arma y tal vez uno de estos jóvenes tenga intenciones de vengarse... El estilo naturalista de esta cinta hace que su contenido se sienta auténtico, honesto. Una rebanada de realidad. Me absorbió tanto que olvidé que estaba viendo una película. Y lo mejor es que no por tratar temas serios se vuelve solemne, sino que conserva su lado absurdo y cómico.
6.- The changeling, de Peter Medak (Canadá, 1980).
Para nuestro maratón casero de películas de fantasmas encontramos una lista de recomendaciones de Guillermo del Toro dentro de las cuales se incluía esta (también The innocents, recomendable por igual). No es muy difícil de conseguir, yo la pude encargar importada en la tienda de discos y no me salió nada cara. Es una joya. El suspenso nos mantuvo a todos tensos, se nos quitó el sueño por completo y nos dio una buena dosis de sustos bien logrados. Se nota que Amenábar la vio antes de hacer Los Otros (España-Estados Unidos, 2001), hay tres elementos a los cuales se hace referencia o copia descarada.
5.- Eden lake, de James Watkins (Reino Unido, 2008).
SPOLIER ALERT: La siguiente reseña revela varias sorpresas de la trama, léala bajo su propio riesgo. Cuando tuvo su estreno comercial dio el semanazo y ni la pude ver. De nuevo agradezco a Noctambulante la oportunidad de conocer esta gran obra. La premisa inicial es sencilla, un hombre lleva a su novia de fin de semana a un retirado y apacible lago para proponerle matrimonio. Estando ahí se topan con un grupo de adolescentes que hacen ruido, ponen su música a un volúmen muy alto y son en general molestos y agresivos (hasta tienen un rotweiller). En aras de ser civilizados, el hombre intenta imponerse y les pide enérgicamente se comporten, pero se da cuenta que estos jóvenes de una clase socioeconómica inferior a la suya no respetan a sus mayores y llegan al grado de amenazarlo. Las cosas se ponen peor y cada vez más violentas, llegando al punto en que los delincuentes ya no pueden echarse para atrás, haciendo necesario el asesinato para evitar que haya testigos. Jenny, la novia, tiene que ver por sí misma para intentar escapar y, cuando parece haberlo logrado al llegar a una casa en los alrededores, se da cuenta que huir es imposible. La casa es de los padres de alguno de los chicos y tampoco ellos quieren que sus hijos terminen en la cárcel por una pareja de snobs de la ciudad. Este es uno de los pocos casos en que un final en que los protagonistas mueren funciona, ya que nos hace reflexionar sobre la inescapable situación de la violencia intrafamiliar, tan arraigada en las clases bajas, sin demonizar a las mismas.
4.- Who's that knocking at my door? de Martin Scorsese (Estados Unidos, 1967).
Opera prima que más bien es un proyecto estudiantil, aborda el tema de la culpabilidad católica (que posteriormente expande en Mean Streets), además de retratar el machismo vigente en las comunidades italianas en Estados Unidos. Desde aquí se podía notar que tendría un gran futuro como director, la secuencia inicial es simplemente impresionante.
3.- Elukka, de Tatu Pohjavirta (Finlandia, 2005).
Cortometraje animado de stop-motion que hace homenaje tanto a Frankenstein como al Hombre lobo. Para qué se los cuento, mejor pásenle al blog del Mike para verlo.
2.- Of freaks and men, de Alexei Balabanov (Rusia, 1998).
Muy controversial pero bellísima. Mezclen la estética preciosista y en tonos sepia de Tuvalu (Viet Helmer, Alemania, 1999) con una pizca de Freaks (Tod Browning, Estados Unidos, 1932) y una historia sobre pedofilia, pornografía infantil, depravaciones y un toque de S&M con movimientos de cámara a la Tarkovski y les queda una obra grandiosa.
1.- The brood, de David Cronenberg (Canadá, 1979).
Hace muchos años, cuando hacía como que estudiaba en el ITAM, organizaba un ciclo de cine llanado Cinefilia. Cuando me animé a hacer una semana dedicada a Cronenberg me puse a buscar información sobre sus películas. Al llegar a ésta me encontré con imágenes perturbadoras mostrando a unos chamacos de aspecto diabólico. Debo admitir que me dio miedo, pero también despertó mi morbo, sabía que no podía dejar de ver esa película. El año pasado pude volverla a ver y sigue siendo tan buena como la recordaba. Un psicólogo somático tiene un tratamiento experimental, una de sus pacientes somatiza su ira y desarrolla un conjunto de órganos nuevos que le permiten dar a luz a criaturas impulsadas por el enojo que atacan a sus familiares.
Bien, con esto termino los listados del año pasado. Espero mis comentarios y recomendaciones les sirvan de algo. Ahora podré dedicarme a reseñar lo que vea y lea en estas fechas.
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