domingo, 23 de enero de 2011

Empowered


Creo que fue a principios de 2009 cuando por primera vez me topé con Empowered. Entre los comics que acababan de llegar se encontraba el volúmen 1 y el arte de Adam Warren me llamó la atención. La sinopsis en la portada posterior despertó mi interés. Pero fue la ilustración que acompañaba dicha sinopsis la que me convenció de comprarlo, se las muestro a continuación:
Esta imagen expresa perfectamente la personalidad de Emp, la protagonista de la serie. Es una superheroína, aunque su lado más importante es el humano, el enfoque es en su vida privada. Es una chica guapa y muy sexy pero con problemas de imagen propia, generalmente se siente apenada de su apariencia.


El meollo del asunto es el siguiente: Elissa Megan Powers (Emp, para abreviar sus iniciales) es una superchica cuyo traje le otorga poderes. Posee superfuerza, resistencia, invisibilidad (aunque sólo del traje), dispara rayos, etcétera. Suena bien, ¿no? El problema es que la hipermembrana es extremadamente frágil (como la autoestima de su portadora) y se rompe a la menor provocación, dejando a nuestra damisela sin poderes, prácticamente desnuda y en aprietos, casi siempre atada y amordazada. Dadas las circunstancias, Emp se convierte en el hazmerreir de la comunidad superheróica.


Durante sus aventuras conoce a Thugboy, un truhán que se la liga y eventualmente surge entre ellos uno de los romances más enternecedores que he leído. También conoce a Ninjette, mercenaria alcohólica quien primero intenta capturarla pero prefiere volverse su amiga. El otro personaje de apoyo principal es el Lobo-demonio Enjaulado (mi humilde aproximación al traducir the Caged Demonwolf), quien es un ente de energía pura atrapado en un dispositivo de captura. Surgió como un enemigo y fue capturado por Emp, pero como la zona en la que se ubica el cuartel de los Superhomeys (el grupo al cual pertenece Empowered) no les permite tener a seres cósmicos almacenados, tiene que conservarlo en su departamento, donde se dedica a ver dvds, a sacarle información a todos aquellos con quienes convive (incluyendo a la madre de Emp), a contar hiperbólicas historias heróicas y húmedas haciendo un honorable y horríficamente-inigualable uso de la honesta técnica de la aliteración (aunque a mí no me sale tan bien como a él) y a suplicar que lo dejen contemplar el "sucio apareamiento animal" entre Emp y Thugboy (lo cual siempre le niegan). Su forma de hablar es una mezcla entre H. P. Lovecraft (no por nada se parece un poco a Cthulhu) y Stan Lee, imagínense nomás.
En apariencia es una parodia al género de superhéroes, pero va mucho más allá. Tiene el acierto de no hacer a ninguno de sus personajes simples copias de otros más icónicos, como cualquier parodia acostumbra. Cuenta con grandes dosis de humor y también con grandes dosis de sexo casi explícito (mucho fan-service). Pero lo más importante es el corazón de los personajes: Emp sufre de baja autoestima y carga con el trauma de haber visto morir a su padre cuando sólo tenía diez años, Ninjette huyó de su clan ninja para evitar que decidieran el curso de su vida y para alejarse de las exigencias de su alcohólico padre (al cual cada vez se parece más), Thugboy tiene un pasado oscuro lleno de odio contra los superhéroes. Incluso Sistah Spooky, otra heroína anitpática que odia a Emp y le hace la vida de cuadritos tiene su lado humano y fallido.

En cuanto terminé de leer el primer volúmen supe dos cosas: que estaba enamorado de Emp y que compraría todos los libros que salieran. Hasta el momento van seis volúmenes y un comic suelto que se publicó antes de la salida del último (a continuación les muestro la portada).


Conforme ha avanzado la historia, Emp ha pasado de ser una superheroína incompetente a una chica capaz de patear traseros como en las ligas mayores, aunque todavía no ha logrado hacerse del respeto de sus compañeros. Poco a poco, Adam Warren ha ido expandiendo el mundo ficticio en el cual habitan sus personajes, mostrándonos a la par que a Emp varios de los secretos de la comunidad superheróica.

Introduciendo conceptos de Ciencia Ficción muy ingeniosos, usando arte estilo manga en blanco y negro, desarrollando tramas complejas a un ritmo ni apresurado ni tedioso, mostrando secuencias de acción que no le piden nada a cualquier otro comic del género y proporcionando siempre el buen humor que logra sacarle a uno varias carcajadas, Empowered se ha convertido definitivamente en uno de mis comics favoritos de todos los tiempos. Es un placer releerlo y muero de ganas por saber en qué acabará. Lo único malo es que los últimos libros han sido publicados con más de un año de separación entre cada uno, así que habré de esperar bastante antes de recibir mi siguiente dotación. Y quién sabe qué tan larga planea hacer la serie el autor.


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