jueves, 13 de enero de 2011

Princesa Mononoke

(Mononoke Hime, Hayao Miyazaki, Japón, 1997)

El pasado martes volví a ver Princesa Mononoke en la Cineteca Nacional. Por más que ya la he visto en varias ocasiones, es una de esas películas que no me canso de ver. Además, verla en cine es una experiencia muy grata.

Debo admitir que la primera vez que la vi, hace ya varios años, no le entendí. No estaba acostumbrado a ver cine fuera de las convenciones de Hollywood o Disney, digamos que todavía estaba en mi infancia como cinéfilo, apenas entrando a la adolescencia. No me quedaba claro quiénes eran los buenos y quiénes los malos, me empeñaba en intentar acomodar la película en ese esquema. Volviendola a ver, siendo ya un cinéfilo un poco más maduro, entendí realmente por qué es tan buena.


La historia se desarrolla en el Japón del período Muromachi tardío, en el siglo XVI. Ashitaka, príncipe de una tribu Emishi, resulta herido al defender a su aldea de un dios-demonio, un jabalí gigante cubierto por gusanos negros que le dan la apariencia de una araña amorfa. La cicatriz le llegará a los huesos y morirá, no hay cura posible. Lo único que le queda es abandonar a su pueblo e ir al oeste, de donde provenía el animal enojado y "contemplar con la mirada despejada," buscando a los que fabricaron el objeto que enfureció y eventualmente mató al jabalí, una bola de hierro envenenada.

Al llegar a su destino, Ashitaka encuentra a varias facciones en conflicto. Por una parte está la dama Eboshi, una mujer ambiciosa que desea apoderarse de tierras, talando los árboles del bosque, para poder ampliar su fundición de hierro. Ella podría ser la "villana" de la historia, dado que su ambición no se detiene ante dioses ni hombres, sin embargo tiene su lado humano: compra los contratos de prostitutas en cada pueblo por el que pasa, liberándolas de sus deudas y dándoles empleo en su fundición; atiende a los leprosos, lava y venda sus heridas, los trata como gente y les da un lugar fabricando armas. Otra facción en la disputa son los samurai, enviados por el emperador para apoderarse de las tierras de la fundición, ahora que tienen valor. También están los espíritus del bosque, dioses animales que hablan y luchan por defender su hábitat: jabalíes, lobos y changos. Un dios que no se involucra es el dios-ciervo, principal deidad del bosque que da y quita la vida y quien por las noches se transforma en el noctámbulo y deambula por las montañas. Otro personaje, factor desconocido en el conflicto, es Jigo, un sacerdote errante que aconseja a Ashitaka busccar la ayuda del dios-ciervo.

Junto con los lobos hay una humana, de edad cercana a la de Ashitaka, de nombre San. Es el personaje titular, la "princesa demonio" o "princesa fantasma," que busca la muerte de Eboshi. Ashitaka busca detener el odio que generó la maldición que lo consume, sin tomar partido por ninguna de las facciones e intentando conciliarlas todas.

Haciendo uso de animación tradicional, con paisajes pintados a mano y una magistral música orquestal compuesta por Joe Hisaishi, Miyazaki nos relata una historia con los elementos recurrentes en su filmografía: la protección y respeto al medio ambiente, el pacifismo y una especie de feminismo, mostrando a personajes femeninos fuertes en quienes recae el mayor peso de la acción. La cinta nos muestra las ambiciones desmedidas de los humanos pero sin juzgarlas, sino como algo inherente en la naturaleza del hombre (o la mujer, para este caso). También retrata a la naturaleza en su mayor esplendor, así como con toda su furia desatada.

Algunos aspectos de la película me recordaron las ideas básicas tras Avatar (James Cameron , Estados Unidos, 2009). No me sorprendería que Cameron hubiera visto Princesa Mononoke y que algunas de sus ideas lo hubieran influenciado (pasando, claro está, por el filtro Hollywoodificador de su mente).

Si no han visto esta película, les recomiendo visitar la Cineteca el próximo sábado 22 para echarle un ojo. O si les interesa, pueden ver también el resto de las películas de Miyazaki a partir de este sábado 15, todas ellas ampliamente recomendables.

1 comentario:

  1. me encanto tu reseña, la verdad es que esa película es realmente buena, te hace reflexionar mucho sobre la naturaleza y la naturaleza humana.
    Es la primera vez que leo tu blog, pero me parece muy bueno, ya estoy viendo algunas de tus recomendaciones de tus tops
    un saludo

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