martes, 22 de febrero de 2011

La mecánica del corazón


Como la estética de la portada nos puede indicar, esta novela tiene un tono muy similar a la obra de Tim Burton, aunque el autor dice estar influenciado por Roald Dahl por igual. La trama es aparentemente simple: en 1874, durante la noche más fría de la historia, nace Little Jack. Hijo de una madre soltera y parido en la clandestinidad, llega al mundo con el corazón congelado. Para salvarle la vida, la doctora Madeleine le pone un reloj cucú en el corazón, haciendo que su tic-tac estimule sus latidos, pero a su madre le repugna que se haya convertido en una especie de monstruo y lo deja con la partera.

Con el paso de los años, muchas parejas en busca de adoptar a un niño lo rechazan por el ruido que hace su corazón-reloj. Crece como hijo de Madeleine, con las prostitutas cuyos abortos atiende como sus amigas (y un hamster llamado Cunnilingus). Al cumplir los diez años, su madre adoptiva lo lleva a conocer Edimburgo, pero también conoce el amor en la persona de una niña de su misma edad, cuya mala vista la tiene dando tumbos por todas partes, que canta con una voz que llega directo al corazón de Little Jack. Tanto, que el cucú se acelera y Jack se pone bastante mal, por lo que Madeleine le impone tres reglas:

Uno.- No tocar sus manecillas
Dos.- Dominar su temperamento
Tres.- No enamorarse nunca


Pero esto no es suficiente, una vez que conoció el amor no descansará hasta reencontrarse con su pequeña cantante. Esto lo lleva a ingresar a la escuela, enfrentarse al bravucón local, meterse en problemas, huir de Escocia cuatro años más tarde, rozar el peligro encarnado en Jack el Destripador, conocer al futuro cineasta e inventor de los efectos especiales Georges Méliès y viajar a Andalucía en busca de su amor.

Esta es una novela auténticamente romántica, en el sentido literal de la palabra en cuanto a azotada. Habla de amor y de sufrimiento, de pérdida y de crueldad. Hoy en día podría decirse que es muy "emo," aunque la palabra es insuficiente y se queda corta. El tono general es bastante frío y oscuro, pero al mismo tiempo enternecedor. El final no es nada complaciente (por fortuna) y da un giro cerca del final que cambia la perspectiva con que conocimos a algunos de los personajes.


Como un complemento muy disfrutable al libro, el grupo francés Dionysos (cuyo vocalista es el escritor Mathias Malzieu) lanzó en 2007 el álbum La mécanique du coeur. Éste sirve como acompañamiento musical a la novela, con dieciocho temas en francés e inglés (y algunos fragmentos en español) que reflejan el desarrollo de la trama y sirven para crear el ambiente apropiado.

El cineasta Luc Besson compró los derechos para producir la adaptación cinematográfica, la cual tentativamente será dirigida por Joann Sfar, el artista gráfico que hizo las ilustraciones para la versión francesa de la novela y el disco. Si la película se va a ver como el video de Tais-toi mon coeur (del mismo director), no puedo esperar a verla.


Para terminar, los dejo con un pequeño párrafo del capítulo ocho. Romance a más no poder:

Vamos, ven a mi árbol en flor, esta noche apagaremos la luz y dejaré pares de gafas sobre tus brotes. Con la punta de tus ramas rayarás la bóveda celeste y sacudirás el tronco invisible que sostiene la luna. De nuevo caerán los sueños como una nieve tibia a nuestros pies. Tus raíces en forma de tacón de aguja las plantarás en la tierra, firmemente ancladas. Deja que me suba a tu corazón de bambú, quiero dormir a tu lado.

Escape of the Living Dead - Resurrected



En 1968 llegó a las salas cinematográficas Night of the Living Dead (George A. Romero, Estados Unidos), co-escrita por Romero y John Russo, aunque al parecer éste último casi no colaboró en la última versión del guión. A la hora de querer hacer una secuela, cada uno de los creadores tenía ideas diferentes de hacia dónde querían llevar la historia: mientras que Romero quería hacer cine de horror más bien serio con cierta crítica social, Russo prefería irse por el lado de la sátira y el horror/comedia. A la mera hora, decidieron hacer cada quien su propia serie de secuelas.

Las películas de Russo usan "of the Living Dead" en sus títulos, a diferencia de las de Romero que son simplemente "of the Dead". El comic aquí reseñado fue creado por Russo, en colaboración con el escritor Mike Wolfer y el artista Dheeraj Verma, a modo de secuela a la película del '68. A pesar de no formar parte oficialmente de la continuidad de las películas, se menciona que la primera cinta está basada en hechos reales, al igual que en Return of the Living Dead (Dan O'Bannon, Estados Unidos, 1985).


Es 1971 y un pueblito cercano a Pittsburgh aún no se recupera del todo por el brote de zombis sufrido tres años atrás. Sally Birkman regresa al rancho de sus padres tras su reciente divorcio. El sheriff local lleva a cabo una redada en un laboratorio médico donde un tal Doctor Melrose experimentaba con zombis usando fondos del gobierno. Algunos redivivos fueron transportados a otras instalaciones antes de la redada, pero un par de pandilleros motociclistas los liberan al intentar robar lo que ellos pensaban era el contenido valioso del camión en el cual viajaban. Entre Sally, su padre, el sheriff, los pandilleros y un montón de personajes cuyos nombres son irrelevantes, la historia no logra que nos preocupemos por ninguno de ellos. Lo que les ocurra nos resulta irrelevante.


Por si fuera poco, el trade objeto de esta reseña contiene cinco números adicionales a la miniserie en los cuales se revela que el Dr. Melrose y su hijo están estudiando a un zombi aparentemente distinto a los demás al cual llaman Deadhead. Este zombi hippie parece tener inteligencia y logra dirigir a los demás. Se nos cuenta una historia de cómo un militar que estuvo en Vietnam dejó las armas por las flores y se fugó con su novia, sólo para ser atacado por unos rednecks. Inexplicablemente después de morir regresa a buscar venganza, aunque nunca queda claro si su regreso fue lo que ocasionó la plaga zombi original o si es al revés. A esto se agrega la historia de un grupo de hippies en camino a San Francisco cuyo camión queda varado en un bosque repleto de muertos vivientes. En esta segunda parte hay aún más personajes y están aún menos desarrollados. Además de mosquitos que propagan la infección, no hay gran innovación en el mito de los zombis y la historia se siente inconclusa, sin que sepamos el destino final de Deadhead o de los pocos sobrevivientes.


Aunque el comic deja de lado el tono absurdo de las últimas películas e intenta acercarse más al comentario social de la original, los resultados son mixtos. Maneja buena tensión y buen ritmo, tiene buenas situaciones de horror, pero introduce tantas líneas argumentales que no le da tiempo de resolverlas satisfactoriamente. El arte tiene abundantes desnudos y situaciones sexuales propias de una película de serie B. El arte no es del todo de mi agrado, muy al estilo del resto de los títulos publicados por Avatar las páginas carecen de márgenes o separaciones entre las viñetas, lo cual genera confusión en la narrativa gráfica.


No sé si sacarán secuelas a este título, pero no me interesaría leerlas. Y me enteré que harán una adaptación fílmica, dirigida por el mismo Russo. Tal vez el resultado de la película sea mejor que el del comic.

domingo, 20 de febrero de 2011

Las aventuras de Max y su ojo submarino


El año pasado se reimprimió este libro publicado por el Fondo de Cultura Económica en 2007, el cual recopila varios poemas infantiles de Luigi Amara con ilustraciones de Jonathan Farr. Los temas y el estilo gráfico me recordaron mucho a La melancólica muerte del chico ostra, aunque estos poemas no comparten el patetismo y la crueldad del libro de Burton.


El libro está dividido en tres partes. La primera, Un ojo demasiado inquieto, nos cuenta como a Max un buen día se le salió el ojo derecho de tanto tallárselo. Afortunadamente, no le resultó doloroso. Sorprendentemente, podía segui viendo con ese ojo, aunque no estuviera en su cabeza. De este modo, su ojo tiene aventuras y Max puede contemplarlas desde la comodidad de su casa.


La segunda parte, Retrato de familia, es una serie de poemas sobre los familiares de Max, incluyendo al abualo calvo y su mundo de cabeza, la tía Lirona y su insomnio crónico, mamá Lucila y su fobia a comer animales, y otros.


La tercera y última parte se titula Los poemas del ojo, y narra lo que éste encontró una vez que se fue al mar. Ballenas, anguilas eléctricas, una morsa vagabunda y otros animales conforman lo que el ojo derecho de Max pudo presenciar en su viaje sin retorno.

Como ya es tradición cuando reseño "palabras," compartiré a continuación parte del libro, mi poema favorito. A leer:

BARTOLO, EL GATO QUE HUÍA DE SÍ MISMO
(Y que alguna vez se llevó muy lejos
el ojo de Max amarrado a su cabeza)

Cansado de ser un gato
-un gato como ya hay tantos-
jugaba que era un perico,
un cuervo o un zopilote...

De tanto pensar en aves,
se relamía los bigotes.

En vez de morder su cola
-y perseguirse a sí mismo-
fingía que un monstruo peludo
quería taparle la boca...

Girando hasta el infinito,
¡la cola se volvió loca!

Su suelo era aquella mosca
que se posa en cualquier parte...
¿cómo dominar el aire,
ser amo y señor del techo?

Torció tanto la cabeza
que ya no andaba derecho.

Los perros y los ratones
huyen de ese gato absurdo,
que gusta del queso rancio
y le ladra a los abismos...

El gato huye de su sombra,
y al alejarse es él mismo.

Invincible


Es difícil hablar de Invincible sin revelar partes de la historia. Digamos que es sólo un comic de superhéroes, pero que quede claro que no es sólo OTRO comic de superhéroes. Hago esta distinción porque es importante. En estos tiempos en que muchos escritores y artistas de comic repudian el subgénero superheróico (en el cual la gran mayoría empezó su carrera, al cual crecieron amando y disfrutando), muchos títulos nuevos se van más por el lado de intentar contar historias en otros géneros o abordar a los superhéroes haciendo deconstrucciones o sátiras irónicas. Invincible no es así.

Sin pretender reinventar nada, sin descubrir el hilo negro, Robert Kirkman y Cory Walker crearon en 2003 a Mark Grayson y su cada vez más amplio elenco de personajes. A todos nos ha tocado una charla similar: "Hijo, quiero hablar contigo. En los próximos años experimetarás ciertos cambios. Tendrás acné, vas a tener que lavarte la cara más seguido. Te va a salir vello en partes extrañas del cuerpo. Tu voz se va a quebrar y eventualmente cambiará. Y empezarás a ver a las chicas desde otra perspectiva." Pero cuando Nolan tuvo esta plática con su hijo Mark, agregó "vas a tener superpoderes. Superfuerza, supervelocidad, vuelo. Todo eso." Chido, ¿no?


Invincible empieza con las aventuras de un estudiante de preparatoria que sigue los pasos de su padre Omni-Man y se vuelve superhéroe cuando sus poderes se manifiestan. Conoce a otros héroes adolescentes, combate a sus primeros villanos y va conociendo sus poderes, todo esto mientras termina la prepa, sale con sus amigos, consigue novia, estudia para sus exámenes y convive con su familia.

Kirkman da un acercamiento fresco que nos recuerda por qué nos gustaron en un principio los comics. Sin la carga de una continuidad de varias décadas, se va ampliando un "nuevo" universo de superhéroes que incluye a otras creaciones de Kirkman (Brit, Tech Jacket, Capes, The Asounding Wolf-Man, Guardians of the Globe) e incorpora a otros superhéroes de Image comics viejos y nuevos (Savage Dragon, Superpatriot, Dynamo 5), llegando a mostrar cameos de otros personajes, incluso Spider-Man y Batman.


Traiciones, aventuras cósmicas y espaciales, invasiones alienígenas, realidades paralelas, viajes en el tiempo. Las historias se van sembrando poco a poco, las tramas van creciendo a través de los números mensuales hasta explotar en toda su gloria, tal como en las mejores etapas de los X-Men cuando Chris Claremont escribía y John Byrne dibujaba. En lugar de ser como hoy en día, que todas las historias se diseñan para durar de seis a ocho números para después ser recopiladas en un libro, aquí las semillas de una aventura se plantan y puede que no den fruto sino hasta dos o tres libros más tarde. La acción es trepidante, el ritmo es implacable y los cliffhangers nos vuelven adictos y nos dejan pidiendo más.

Tras haber alcanzado el número cincuenta, por qué no, Invincible tuvo un cambio de imagen tan drástico como aquel que experimentó Spider-Man con el traje negro. Y más adelante, para el número setenta y cinco, regresó a una variación del traje original. También le han dado una especie de sidekick, para algunos tan insoportable como Jason Todd o el más reciente Damian Wayne.


Pero no sólo eso, también está el lado humano de los personajes. Mark tiene romances que nada le piden a los amoríos de Peter Parker con Gwen Stacy, Mary Jane Watson o Black Cat / Felicia Hardy. La mamá de Invincible, Debbie Grayson, es un gran personaje que da bases sólidas al aspecto familiar del comic, logrando que la convivencia diaria no contraste sino que se acople perfectamente con el lado fantástico. Me encanta Robert Kirkman pero también lo odio, ya que me hace querer a sus personajes y angustiarme por ellos, pues siempre corren peligro y no se toca el corazón para matar a uno que otro de vez en cuando.


Desde el lado gráfico, una vez que el comic empezó a salir tarde pues Cory Walker no podía terminar el arte a tiempo, entró en escena Ryan Ottley. Con dibujos que al principio se asemejaban al estilo limpio de Walker (con sus debidas influencias de Mignola e incluso de Hergé, al dibujar los ojos como puntitos), poco a poco fue evolucionando hacia estilos más realistas que a veces me recuerdan a uno de mis artistas favoritos, Adam Kubert. Y la violencia, la gloriosa violencia. Invincible es uno de los comics más gráficos y sangrientos que hay, pero todo hecho de una manera hermosa. Fracturas expuestas, intestinos volando, ojos dejando sus cuencas oculares y decapitaciones, todo esto bañado en sangre del rojo más brillante que podamos ver. Nada de poner sangre de otros colores para bajarle el tono, lo chido de las libertades editoriales en Image es que se puede prescindir de ese tipo de consideraciones.


Hasta el momento se han publicado trece trades, aunque también están los cinco hardcovers de la Ultimate Collection o bien los dos librotes de la Complete Invincible Library. También hay dos miniseries de Atom Eve (la segunda con Rex Splode) recopiladas en un trade más. Ahora sólo me queda esperar a finales de abril, a que salga en volúmen catorce. Y después el que sigue. Y el que sigue. Deseando que falten años para que alcance su conclusión (pero por favor, que haya conclusión, no como en los comics mainstream de superhéroes que nunca acaban).


Para terminar, los dejo con una mini galería de ilustraciones de mi amada Atom Eve (¡una de ellas por el grandioso Adam Hughes!) Que la disfruten.





jueves, 17 de febrero de 2011

Los ojos de Julia

(Guillem Morales, España, 2010)

No sé a ustedes, pero a mí me da pavor la idea de perder la vista. Como cinéfago y devorador de libros y comics, me alimento por los ojos, es por esto que si llegara a quedarme ciego me costaría mucho trabajo adaptarme a la vida. Tal vez ni siquiera podría hacerlo.

Esta cinta española ataca ese mismo temor y lo hace de una buena manera. Desde que vi el trailer hace meses (se tardaron bastante en estrenarla) me pareció una propuesta bastante sofisticada e interesante, el hecho de que Guillermo Del Toro apadrinara esta producción me hacía darle un voto de confianza. Dicho trailer daba a entender que una mujer perdía la vista mientras un atacante la acecha. Carlos pensó que podría haberse introducido sutilmente un elemento sobrenatural, pero a mí desde el principio me quedó claro que la amenaza era humana.


La historia empieza con una pelirroja completamente ciega, orillada al suicidio por un hombre al cual no podemos ver. Su hermana gemela presiente su muerte y decide ir a visitarla. A pesar de que las evidencias muestran un suicidio común y corriente, ciertos detalles le hacen pensar que hay gato encerrado y decide investigar. El mayor acierto que se introduce en este momento es el hecho de que Julia también corre el riesgo de perder la vista, ha sufrido de ataques de ceguera derivados por tensión y le cuesta trabajo ver con escasa luz. Una de mis secuencias favoritas es cuando ella voltea hacia una esquina y no alcanza a distinguir si hay alguien observándola desde un sombrío rincón o es sólo su imaginación.

Hasta ahí todo bien, entonces comienza una pesquiza demasiado estructurada, en la que A lleva indudablemente a B y las piezas se unen demasiado bien para mi gusto. Mañosamente, el guión nos hace dudar de algún personaje para después absolverlo. Eso no es malo en sí, pero la repetición de ese esquema por tantas veces se vuelve cansado.


Otro acierto del guión es definir el concepto de la gente "sin luz," esos que pasan desapercibidos por más que se esfuercen. Dicha gente puede cometer crímenes y casi nunca los capturan pues se escabullen, aún involuntariamente. Pero los ciegos perciben de otra manera, para ellos no pasan desapercibido. El escurridizo hombre que ocasionó la muerte de su hermana también está rondando a Julia, aunque no sabe uno bien si es por ocultar sus pasos o por buscar una siguiente víctima.

Y es aquí donde empiezan a presentarse los huecos en la trama. El esposo desaparece misteriosamente y nunca se esclarece del todo cómo es que le pasa lo que le pasa. Julia cae en el cliché de la mujer estúpida que se pone en peligro innecesariamente, rayando en la histeria. Los personajes "extremos" hacen su aparición (además de que nos hacen pensar que ellos son los culpables). El villano aparentemente se encuentra en dos lugares al mismo tiempo. Algo muy molesto es que aprovechan la menor provocación para mostrar a Belén Rueda (Julia) con ropa muy ajustada, escotes reveladores, con mucho frío (ustedes me entienden) o empapada. Nunca me quejaré de ver a una mujer atractiva de esas maneras, pero me parece muy barato que apliquen esas estrategias para distraer a los espectadores con la esperanza de que no se den cuenta de las fallas en la historia. Eso lo acepto en una película serie b, pero no en una producción mayor.


Hay un par de secuencias muy buenas, la primera de ellas es cuando Julia tiene que aparentar que está ciega. Muy bien lograda, con una muy buena actuación (pero aderezada con unos detallitos de muy mal gusto). La revelación de la identidad del malo está bien justificada, sus motivaciones son humanas y comprensibles... pero su origen es el colmo de lo absurdo. La segunda secuencia digna de mención es una parte en la cual asesino y víctima se encuentran en completa oscuridad, alumbrados intermitentemente por los flashazos de una cámara fotográfica (para mi gusto, esta parte rescata mucho el final). Pero la conclusión se cae irremediablemente, terminando de amolarla con un dénouement cursi y que me dejó un mal sabor de boca.

No me puso de malas, no es pésima, pero siento que tiene una gran premisa (lo suficientemente buena como para que valga la pena verla) pero no la sabe aprovechar muy bien y unos buenos tijeretazos (muchos) podrían mejorar en gran medida la cinta.


martes, 15 de febrero de 2011

Noches de encanto

(Steven Antin, Estados Unidos, 2010)

Me pregunto por qué tenían que traducir así el título de la película, si "burlesque" es una palabra que también se entiende en la lengua española. Se me hace que los que trabajan en las distribuidoras, con su limitado vocabulario, desconocen el significado de la palabra y piensan que el público, como simples changos que somos, compartimos su ignorancia. Lo que es peor, consideran que somos lo suficientemente ineptos como para dejar de ver una película sólo porque no sabemos qué significa el título. Digo, no dudo que haya gente así que va al cine, pero definitivamente no creo que sea la mayoría. En fin, de qué me sorprendo, si ya sé cómo son las cosas. Bueno, a hablar de la película.


Es obvio por qué vi esta cinta. No me esperaba una gran historia, ni material para reflexión, ni un ejercicio cinematográfico artístico. No pensaba que la puesta en escena fuera memorable, ni que los movimientos de cámara serían espectaculares, ni que la trama daría un giro impredecible cerca del final. Obvio no. Esperaba escuchar la privilegiada voz de Christina Aguilera al tiempo que veía a muchas mujeres guapas en vestuarios provocativos, cantando y bailando. Y vaya que la película me cumplió.


Trata sobre la trilladísima historia de la chica inocentona de un pueblito que decide aventurarse en la gran ciudad por seguir su sueño de llegar muy lejos. Inexplicablemente, una rubia atractiva con un cuerpazo tiene dificultad en conseguir empleo, hasta que termina como mesera en un bar donde presentan números de burlesque. A base de testarudez, se vuelve una de las bailarinas y después salva al lugar de la quiebra. El barman que desde el principio es "sólo un amigo" termina siendo su enamorado y sus valores le permiten rechazar el lado oscuro del mundo de la farándula y actuar de manera apropiada todo el tiempo. ¿Spolier? No, eso lo puede deducir cualquiera viendo el trailer.


Desde luego que no hay ni media buena actuación, a ningún personaje le crees sus reacciones o sus respuestas emocionales. Afortunadamente, aunque desde el principio uno sabe exactamente cómo va a terminar la película, es lo suficientemente ligera y entretenida como para no aburrir. La música es bastante agradable, en particular al principio que tocan algunas piezas muy de cabaret, estilo Tom Waits (sin la voz aguardentosa, por desgracia). Incluso al final, que tocan canciones más parecidas a lo que uno puede encontrar en los discos de Aguilera, es bastante disfrutable. Cher no canta nada mal, aunque se nota que no pertenece a la generación de "canto y bailo", ella no se mueve gran cosa.


Supongo que sale sobrando decir que todas las mujeres que aparecen están hermosísimas y se ven súper bien. Casi me sangran los ojos de ver tanta nubilidad y a cada rato suspiraba o se me aceleraba la respiración, nada más de ver tal cantidad de bellezas juntas.


Temple de acero

(True Grit, Joel & Ethan Coen, 2010)

A lo largo de su carrera, los hermanos Coen han tenido varios aciertos y uno que otro desatino. Desde 2007, con No Country for Old Men, han tenido una racha bastante buena tanto con la crítica como en las nominaciones a premios. Esto nos trae a su décimo quinto largometraje, al cual titularon (no tan desafortunadamente como de costumbre) en nuestro país como Temple de acero.


A pesar de que se pueda pensar que es un remake de la película de 1969, dirigida por Henry Hathaway y estelarizada por John Wayne, se trata más bien de la segunda adaptación cinematográfica de la novela de 1968 de Charles Portis. No he tenido ocasión de ver la primera versión ni de leer la novela, pero se supone que esta nueva cinta es más cercana en tono y en desarrollo al libro y no lo dudo, pues la antes mencionada No Country for Old Men es prácticamente idéntica a su contraparte de papel y tinta. Los Coen parecen enorgullecerse de ser extremadamente fieles a su material fuente.


Esa misma fidelidad a las historias originales puede ser el mayor "defecto" de la película aquí reseñada, pues al final no le hubiera caído mal una pequeña actualización. Supongo que visto en el contexto de 1968 podría ser apropiado, pero hoy en día se siente un poco flojón e insatisfactorio. Además, también se aleja de los característicos finales irónicos en la filmografía de los Coen, sin su casi tradicional comentario sobre lo azaroso y aparentemente injusto y cruel de la realidad en que vivimos.


De igual modo, la realización de la película es bastante tradicionalista. Se apega por completo a los lineamientos del western, sin variar ni actualizar nada. Vamos, no intenta descubrir el hilo negro ni reinventar el género; después de todo, es la primera vez que estos cineastas hacen una cinta completamente de género y se dedicaron a ello con amor a los clásicos más que ninguna otra cosa. Las actuaciones son bastante competentes, en particular las de Josh Brolin como el asesino bruto, Hailee Steinfield como la insoportable adolescente testaruda que busca justicia o venganza y Jeff Bridges, quien se lleva la película como el vaquero curtido, borracho y experto que todo lo puede. Matt Damon se siente medio fuera de su elemento, no entiendo qué hacía en esta película.


Algo que definitivamente NO me gustó fue el uso de la música. Me pareció demasiado redundante, además de que resulta excesiva. Siento que se abusa de la música incidental en muchas escenas y un soundtrack más austero podría haber creado un tono mucho más sobrio y oscuro. Eso sí, los Coen conservan su manera cruda de mostrar la muerte y la violencia, y muchas de las secuencias cuentan con su innegable sentido de coreografía escenográfica. En general es una película bastante disfrutable, nada espectacular, y con una especie de epílogo que tal vez hoy en día no era necesario incluir.


¿Que de qué se trata? Ah, cierto, es la historia de una niña ruda de catorce años que contrata al alguacil Reuben J. "Rooster" Cogburn para dar caza al asesino de su padre. Se les une un Texas ranger que persigue al mismo hombre y se sucede una serie de muertes típica de la vida en el Salvaje Oeste.

domingo, 13 de febrero de 2011

This is not a movie

(Olallo Rubio, México, 2011)

Yo solía ser un fan from hell de Olallo. Cuando fue locutor de Radioactivo lo escuchaba a diario y lo idolatraba. Cuando escribió el comic Kamikaze fui a la firma de autógrafos en conocida tienda junto a las torres de Satélite y me tomé una foto con él (el comic no me gustó mucho, sólo compré los primeros dos números). Cuando la estación de radio murió fui muy triste, una etapa de mi vida terminaba también. Fue por eso que nunca escuché sus podcasts.

Fui a ver su primera película, el largometraje ¿Y tú cuánto cuestas? (México, 2007) No me gustó mucho, me pareció que presentaba una postura demasiado sesgada, carecía de fundamentos o de opiniones de expertos. Sí, tenía algunas ideas originales, y algunos sketches graciosos, pero era como un promo de Radioactivo con imágenes por hora y media. No se sostenía. Por eso no me emocionaba mucho ver su primer largometraje de ficción.


El trailer no prometía mucho, presentaba una imagen muy estilizada, una fotografía demasiado retocada, y no decía nada sobre el contenido. Lo poco que se divulgó de la trama era demasiado críptico. Pero de todas formas la vería, es mi deber como cinéfago. La verdad, la disfruté bastante.

Edward Furlong, a quien recordamos como el pequeño Danny en American History X (Tony Kaye, Estados Unidos, 1998), interpreta a Pete Nelson. También hace de Pete Nelson y de Pete Nelson, además de unos cuantos alter egos aún más ficticios. Es un hombre encerrado en un cuarto de hotel en Las Vegas, a cuarenta y ocho horas de que se acabe el mundo, intentando saber quién es. No tiene ningún recuerdo sobre su pasado, y su contraparte, su lado inmaduro, lo tienta a olvidarlo todo con alcohol, drogas y mujeres. Después de todo, están en la ciudad del pecado y el mundo se va a acabar.


Pete se queja de todo, insiste en que "el sistema" es lo que terminó con el mundo y le quitó sus memorias. EL otro Pete no soporta tanta especulación conspiranóica y lo ignora. Aparece un tercer Pete, quien asegura que el motivo de la amnesia de Pete es el hecho de que es un personaje en una película y simplemente no tiene memorias porque el guionista no las ha escrito. Aparece un fantasma (¿de otro guión que nunca se usó?) y se presentan varios sketches, como comerciales o trailers de otras películas. Parodias a Star Wars, a la guerra, a la religión y a otros males que aquejan a la sociedad occidental conforman una divertida y corrosiva cinta, lo único malo es que a ratos llega a ser muy repetitiva y se siente muy adolescente, con ideas un poquito "pasadas de moda." Se entiende, pues Olallo empezó a trabajar en la cinta más o menos hace siete años que dejó la radio.

Olallo Rubio dirigiendo a Edward Furlong

El tercer acto, que pretende ser desconcertante, no es nada nuevo para quien haya leído Niebla, de Miguel de Unamuno, o Animal Man, de Grant Morrison. Aún así, siento que la revelación del final fue anticipada tantas veces a lo largo de la trama que ya se veía venir, además de que podría haber dado para mucho más y solamente presenta una "realidad ficticia" que crea un nivel adicional de metaficción el cual me pareció innecesario. ¿No entendieron nada? Pues vean la película. Vale la pena y entretiene, es experimental sin llegar a ser pretenciosa. La recomiendo, en particular si les agradan las ideas de Olallo Rubio.


Por último, quisiera agregar una mención especial al diseño de arte: el cuarto de hotel llega a niveles minuciosos y preciosistas de detalle. También pienso que el manejo de color ayuda bastante a contar la historia y a crear las atmósferas apropiadas.

Stone

(John Curran, Estados Unidos, 2010)

Debo admitir que sólo vi esta cinta porque en ella aparece Milla Jovovich. Siempre veo todas sus películas porque si no, me manda a dormir al sillón... Bueno, al menos en mi imaginación. Hace algunos meses vi el trailer y me pareció al menos moderadamente interesante, además de que el resto del reparto no está nada mal. En México tuvieron el "brillante" desatino de titularla Karma, revelando lo que según los distribuidores es la trama de la película.

El personaje que le da título a la cinta es Gerald Cleeson, al cual todo mundo le dice Stone (interpretado por Edward Norton). Está preso en una cárcel, convicto por incendio. Conforme avanza la historia, uno se entera de que él y otros amigos, bien drogados, decidieron asaltar una casa, uno de ellos mató a los dueños y Stone, en medio de su viaje (y por otros motivos que no revelaré) decide prenderle fuego al lugar. Es un criminal duro e impaciente, que está buscando salir libre bajo palabra.


Eso nos lleva a Jack Mabry, el personaje al cual da vida Robert DeNiro. Es el oficial que se encarga de entrevistar a los aspirantes a reducir su condena y quien da su visto bueno para conseguirles la libertad. Su hermano falleció recientemente y está a punto de retirarse, teniendo como prospecto para su futuro una vida demasiado tranquila al lado de su muy devota y mojigata esposa.


Entra el tercero en discordia, o más bien tercera, la guapísima esposa de Stone, Lucetta (Jovovich). Para empezar, dudo mucho que la esposa de ningún convicto esté así de guapa, pero me la creo para poder disfrutar de la historia. A petición de su marido, ella intenta acercarse al aparentemente inquebrantable Mabry para seducirlo. Esto con la intención de persuadirlo a aprobar la liberación del reo.


Hasta ahí va bien la cosa, el trailer sugiere que el amorío entre Mabry y Lucetta se sale de control, lo cual podría ocasionar que Stone se enoje más y tome represalias o bien que Mabry se dé cuenta de su error demasiado tarde. Pero no, la película se va por otro lado por completo. Como el preso quiere intentar lo que sea para alcanzar la libertad y ve que otros lo logran a través del "renacimiento" religioso, va a la biblioteca de la cárcel y busca, como en un menú, folletos de distintas iglesias para ver cuál le agrada. Empieza fingiendo su epifanía, hasta que presencia algo que, inexplicablemente, le cambia la perspectiva. Entonces ya no le importa salir o no de prisión y la historia se vuelve algo muy extraño e inconsistente.


Ninguna de las actuaciones es particularmente notable, en ningún momento se plantea nada en claro y tampoco se deja mucho a la imaginación. El final es ambiguo pero más por huecos en la trama que por un intento de dejarlo abierto. Total, que no me gustó. Menos que palomera, me aburrió, no me entretuvo y me dejó rascándome la cabeza y preguntándome qué diablos ocurrió allí. Por eso, mejor los dejo con un póster internacional para la película, que está muy bonito.