(Olallo Rubio, México, 2011)
Yo solía ser un fan from hell de Olallo. Cuando fue locutor de Radioactivo lo escuchaba a diario y lo idolatraba. Cuando escribió el comic Kamikaze fui a la firma de autógrafos en conocida tienda junto a las torres de Satélite y me tomé una foto con él (el comic no me gustó mucho, sólo compré los primeros dos números). Cuando la estación de radio murió fui muy triste, una etapa de mi vida terminaba también. Fue por eso que nunca escuché sus podcasts.
Fui a ver su primera película, el largometraje ¿Y tú cuánto cuestas? (México, 2007) No me gustó mucho, me pareció que presentaba una postura demasiado sesgada, carecía de fundamentos o de opiniones de expertos. Sí, tenía algunas ideas originales, y algunos sketches graciosos, pero era como un promo de Radioactivo con imágenes por hora y media. No se sostenía. Por eso no me emocionaba mucho ver su primer largometraje de ficción.
El trailer no prometía mucho, presentaba una imagen muy estilizada, una fotografía demasiado retocada, y no decía nada sobre el contenido. Lo poco que se divulgó de la trama era demasiado críptico. Pero de todas formas la vería, es mi deber como cinéfago. La verdad, la disfruté bastante.
Edward Furlong, a quien recordamos como el pequeño Danny en American History X (Tony Kaye, Estados Unidos, 1998), interpreta a Pete Nelson. También hace de Pete Nelson y de Pete Nelson, además de unos cuantos alter egos aún más ficticios. Es un hombre encerrado en un cuarto de hotel en Las Vegas, a cuarenta y ocho horas de que se acabe el mundo, intentando saber quién es. No tiene ningún recuerdo sobre su pasado, y su contraparte, su lado inmaduro, lo tienta a olvidarlo todo con alcohol, drogas y mujeres. Después de todo, están en la ciudad del pecado y el mundo se va a acabar.
Pete se queja de todo, insiste en que "el sistema" es lo que terminó con el mundo y le quitó sus memorias. EL otro Pete no soporta tanta especulación conspiranóica y lo ignora. Aparece un tercer Pete, quien asegura que el motivo de la amnesia de Pete es el hecho de que es un personaje en una película y simplemente no tiene memorias porque el guionista no las ha escrito. Aparece un fantasma (¿de otro guión que nunca se usó?) y se presentan varios sketches, como comerciales o trailers de otras películas. Parodias a Star Wars, a la guerra, a la religión y a otros males que aquejan a la sociedad occidental conforman una divertida y corrosiva cinta, lo único malo es que a ratos llega a ser muy repetitiva y se siente muy adolescente, con ideas un poquito "pasadas de moda." Se entiende, pues Olallo empezó a trabajar en la cinta más o menos hace siete años que dejó la radio.
Olallo Rubio dirigiendo a Edward Furlong
El tercer acto, que pretende ser desconcertante, no es nada nuevo para quien haya leído Niebla, de Miguel de Unamuno, o Animal Man, de Grant Morrison. Aún así, siento que la revelación del final fue anticipada tantas veces a lo largo de la trama que ya se veía venir, además de que podría haber dado para mucho más y solamente presenta una "realidad ficticia" que crea un nivel adicional de metaficción el cual me pareció innecesario. ¿No entendieron nada? Pues vean la película. Vale la pena y entretiene, es experimental sin llegar a ser pretenciosa. La recomiendo, en particular si les agradan las ideas de Olallo Rubio.
Por último, quisiera agregar una mención especial al diseño de arte: el cuarto de hotel llega a niveles minuciosos y preciosistas de detalle. También pienso que el manejo de color ayuda bastante a contar la historia y a crear las atmósferas apropiadas.
me pareció que presentaba una postura demasiado sesgada? carecía de fundamentos o de opiniones de expertos? tu eres retrasado imbécil? criticar al consumismo y el hecho de que los medios moldean nuestra personalidad no es una "postura" y mucho menos "sesgada" se llama LA REALIDAD idiota! sal a la calle y mira a los niños jugando en un parque ignorante, ellos tratan de imitar TODO lo que ven en televisión o en internet. hay muchísima gente que se ha suicidado o termina en la calle por andar comprando compulsivamente a crédito, y ese sentimiento de comprar compulsivamente se lo han generado los medios con el bombardeo publicitario incesante. en el documental no se habla de iluminatis o de reptilianos tonto, se habla de manipulación informativa y consumismo y eso no es ninguna "teoría de conspiración" a pensar mas y a escribir menos bruto! los "expertos" trabajan para las mismas multinacionales que alientan el consumismo,y la verdad no es un argumento idiota, no necesita "fundamentos" para probarse por que es la realidad.
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