jueves, 25 de agosto de 2011

Green Lantern y GL Corps (parte 2)


Continuando con mi revisión a las historias de Green Lantern, toca turno al tomo Green Lantern: Revenge of the Green Lanterns. Geoff Johns continúa reestableciendo a Hal Jordan como uno de los personajes importantes del Universo DC, aquí lo acompaña el dibujante español Carlos Pacheco en los primeros dos capítulos, en los cuales une fuerzas con su eterno amigo Green Arrow para enfrentar al hijo de Mongul. Nuevamente al aspecto humano de Jordan y a su vida familiar se les da un mayor peso al igual que en el tercer capítulo, en el cual Green Lantern toma una misión junto con Batman para limar las asperezas entre ellos y entender sus diferencias (con arte de Ethan Van Sciver, al cual odio pero también admiro). Las últimas cuatro partes son las que dan el desafortunado título al libro. Para empezar, la historia forma parte de la iniciativa tomada por DC para adelantar todos sus títulos un año en el futuro; así nos enteramos de que Jordan estuvo preso en un campo militar ruso, se han implementado políticas internacionales para limitar las actividades de los superhéroes y hay un precio sobre la cabeza del héroe. Luego se revela una conspiración (planteada en el volumen previo) en la que el Cyborg planea una vez más apoderarse de todo (supongo) usando a los Manhunters. Para darles "pila" utiliza a otros Linternas Verdes que fueron dados por muertos tiempo atrás. Digo, si ya revivieron a Hal, ¿por qué no revivir a todos los demás de un jalón? La idea es que varios de ellos fueron muertos por Jordan bajo el influjo de Parallax y, a pesar de tener que hacerles frente, siento que tendría más peso dramático que siguieran muertos. Además, ni siquiera es una venganza pues no hay ningún plan, solamente regresan por casualidad y guardan mucho rencor. En esta última parte hace su debut en el título el dibujante brasileño Ivan Reis, mostrando un trabajo de gran calidad.


El primer volumen en el título regular de Green Lantern Corps: To Be A Lantern, profundiza en los personajes presentados en la miniserie anterior: Soranik Natu (oriunda del planeta de Sinestro, que ve el portar el anillo como una maldición), Vath Sarn e Isamot Kol (enemigos por la guerra entre Rann y Thanagar, forzados a ser compañeros en su nuevo rol). También continúa dándosele relevancia a Guy Gardner, así como a los veteranos Kilowog y Salaak. La primera mitad gira en torno a una conspiración un tanto transparente, la segunda se va por el lado más bien cómico para retratar las vacaciones de Gardner que se ven interrumpidas por Bolphunga el implacable. En esta segunda parte, Dave Gibbons se hace cargo tanto de guión como de las labores artísticas, con ese estilo tan característico suyo que, sin embargo, no ha perdido vigencia (gracias, en parte, al colorista Moose Baumann que da un toque de frescura a sus trazos). El arte en los primeros capítulos es de Pat Gleason, artista del volumen anterior, cuyo estilo se muestra en constante evolución. El tono policíaco de este título hace de su lectura una experiencia grata.


Ya entrados en gastos, seguiré con Green Lantern Wanted: Hal Jordan. Tras repetidas advertencias, Jordan es perseguido por autoridades rusas por ingresar en su espacio aéreo. Al mismo tiempo, varios cazarrecompensas buscan capturarlo y sus compañeros de la Liga de la Justicia pretenden al mismo tiempo ayudarlo pero detenerlo. Abordando el tema de la guerra en otros países, Johns toma una postura muy pro-combate la cual no me deja del todo cómodo, demasiado yankee. El arte de Ivan Reis muestra su clara influencia de la escuela de Jim Lee, aunque pasada por unas clases de Alan Davis al reducir el exceso de detalle y agregar un realismo más sobrio. Al revelar quién está tras la recompensa por el héroe también se da el segundo indicio de que algo más grande está pasando (lo cual dará pie a Sinestro Corps). De igual manera, los últimos tres capítulos traen de regreso a Star Sapphire, en una historia graciosa de romance y acción que nos presenta un espectro más de la luz. El arte aquí corre a cargo de Daniel Acuña, con un estilo similar al de Adam Hughes (en particular por su forma de acercarse a la belleza femenina).


Para terminar esta reseña, en Green Lantern Corps: The Dark Side of Green el escritor Keith Champagne nos trae una emocionante e inventiva historia en la que Guy Gardner es enviado en una misión de black-ops, introduciendo a un operativo que se hace cargo de los encargos sucios de los Guardianes. Para la segunda mitad regresa Dave Gibbons a los guiones, desarrollando más las historias de los personajes previamente presentados e incriminando a Guy Gardner por dos asesinatos. En un giro bastante interesante de algo que venía gestándose desde varios números atrás, se revela que Mogo (el planeta viviente que es en sí mismo un GL) ha caído víctima de una infección viral que ha lavado la mente de otros Linternas Verdes, poniendo en riesgo la supervivencia de las Corps. El arte de Pat Gleason se empieza a definir, dejando un poco de lado las líneas gruesas para contornos exteriores al estilo Ed McGuiness para inmiscuirse más en detalles interiores. Para terminar, los dejo con la asombrosa portada del primer capítulo de este libro.

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