martes, 9 de agosto de 2011

¡Cine psicotrónico en 3D!


El pasado viernes 29 de julio se llevó a cabo el maratón que organizó Jorge Grajales para el mes que terminaba. La idea era explorar algunas películas en tercera dimensión realizadas mucho antes de que dicho formato perdiera su relevancia por un largo tiempo antes de gozar del resurgimiento que actualmente tiene. La concurrencia fue mucho mayor de lo anticipado, por lo que los lentes de 3D no fueron suficientes para todo el público. El no-tan-respetable se puso demasiado inquieto, pero afortunadamente Grajales se portó como todo un profesional y logró de manera heróica que se repartieran las lentillas de una manera justa y ordenada.


Para comenzar el maratón, se proyectó una selección de cortometrajes pioneros en el uso de la tecnología de anaglifos, desde trabajos experimentales de los mismísimos hermanos Lumière (¡!) hasta fragmentos y trailers de películas de los años 30, 40 y 50. Uno de los cortos incluidos explica de manera bastante jocosa el funcionamiento de esta forma de proyectar imágenes.


A continuación vimos uno de los filmes "anunciados" en los trailers: Vinieron del espacio exterior (It Came From Outer Space, Jack Arnold, Estados Unidos, 1953). Basado en un relato de Ray Bradbury, fue en definitiva la mejor pieza de la noche. Lo único malo es que el numeroso público fue bastante impertinente y parece que nunca habían visto una película de CF de los 50: se reían de cualquier idiotez y no mostraban ningún respeto por la película. Como en otros relatos de Bradbury, la verdadera amenaza no es la visita de formas de vida alienígenas sino la intolerancia propia de los (apestosos) seres humanos.


La siguiente función fue otra cinta americana del mismo año, Las mujeres gato de la luna (Cat-Women of the Moon, Arthur Hilton, Estados Unidos, 1953). Francamente malona, con efectos visuales paupérrimos, malas actuaciones y una historia que sirve meramente de pretexto para usar la tecnología de 3D de manera más que deficiente, no pude evitar quedarme dormido. De cualquier forma, no se justifica el inmaduro comportamiento de la audiencia.


Luego procedimos con Aabra Ka Daabra, la escuela de magia (Shanu Singh, India, 2004), parodia bollywoodense a Harry Potter. Como en casi todas las películas de este tipo, se fusilan cosas de aquí y de allá y hay muchos números musicales. Se nota que muchas personas de las que asistieron nunca habían visto cine de la India, pues estaban risa y risa. Dentro de lo que cabe, la película entretiene. Aunque ya con sueño, dejé de poner atención a los subtítulos y me di cuenta de que los diálogos eran totalemente superfluos: se entendía perfectamente la acción aún sin las palabras. Y la actriz que hace de la villana está muy núbil.


Dados los retrasos al empezar la velada, se canceló una de las funciones programadas y nos saltamos a la última, Las aeromozas (The Stewardesses, Al Silliman, Jr., Estados Unidos, 1969). En su momento fue la película en 3D que más fondos recaudó por sus frecuentes reestrenos, los cual se explica al mencionar que se trata de una soft porno. En verdad es bastante aburrida y el uso de las imágenes que salen de la pantalla es bastante absurdo y risible. Aquí sí, en las escenas de sexo todos estaban bien calladitos.

No viene tanto al caso pero ¿a poco no está bien chido este vestido?

Y así termina mi reseña al maratón, que parece más denuncia del desconsiderado público. Ojalá y no vuelvan a ir (o que en su defecto aprendan a callarse y a no patear los asientos de adelante). Cada vez soy más neuras, pero no me molesta.

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