Pareciera que fue ayer cuando el Galerón cerró sus puertas y, a los pocos meses, se anunció el modesto principio de un nuevo proyecto de Pánico de Masas: el Noctambulante. Todo comenzó una noche, en el jardín de una casa vacía en Coyoacán. La concurrencia fue limitada, pero la programación fue satisfactoria. Con el paso de estos tres años, nuestro pequeño mosntruo ha crecido desmedidamente. Nunca me hubiera imaginado que en alguna ocasión se rebasarían los mil espectadores en un maratón. A finales del mes pasado festejaron su tercer aniversario, el cual fue presagiado por el siguiente promo, dirigido por mi querido Carlos Meléndez y con un cameo de quien escribe estas palabras:
Repitiendo una de las sedes utilizadas anteriormente, se dio cita al público noctámbulo en el Centro Cultural Carranza -cuyas áreas fueron rebautizadas en honor a Vincent Price, Dario Argento, Tom Savini y George A. Romero. Las festividades dieron inicio el viernes 28, con la presentación de la revista electrónica conmemorativa del evento, con textos sobre cine, horror y demás intereses del público frecuente. Denle click acá para leerlo y/o descargarlo.
El atasque de películas comenzó con Llámenme Mike (Alfredo Gurrola, México, 1979) y contamos con la presencia del director para presentarla. Miguelito es un policía que asume la culpa por evidencia -cocaína- "desaparecida" por su superior tras una redada. En la cárcel es atacado por otros presos y termina con heridas craneales graves. Al recuperar la consciencia, se redenomina Mike (léase como "maik") y cree estar inmerso en intrigas internacionales contra los comunistas. Pero al enfrentar sus amenazas imaginarias, devela la red de corrupción que -aún ahora- está presente en todos los niveles de las supuestas fuerzas del orden.
Lo que vi a continuación fue el estreno oficial de El huésped, primer capítulo de la serie social de horror Herida abierta. Carlos Meléndez es también quien está tras este proyecto, el cual se propone hacer historias de calidad que giren en torno al horror sobrenatural en capítulos autocontenidos que se difundirán por medio de las redes sociales. En esta primera entrega, Abel y Aurora empiezan a vivir juntos en una casa que están restaurando, pero él empieza a sentirse mal: se siente observado, escucha ruidos extraños y su cuerpo empieza a mostrar cambios sutiles pero inquietantes. Rindiendo homenaje tanto a David Cronenberg como a Horacio Quiroga, esta historia versa sobre transformaciones orgánicas como reflejo de cambios psicológicos.
Posteriormente vi Hisss (Jennifer Lynch, Estados Unidos-India, 2010), que es una cosa extraña y no sé si me gustó. La hija de David Lynch sin duda tiene una forma peculiar de hacer cine, o al menos de escoger sus proyectos. Me gustó mucho Vigilancia extrema (Surveillance, Estados Unidos, 2008) y me emocionaba el prospecto de ver ésta, su más reciente obra, pero me llevé una decepción. Realizada como una producción comercial de Bollywood, esta historia sobre la Nagin -una especie de diosa/cobra hindú que busca venganza al ser separada de su reptílea pareja- podría caber perfectamente en la programación de Cinema Golden Choice, con todo y sus efectos especiales no tan bien logrados. No soy especialista en cine hindú, pero sí creo que Lynch le imprime una mayor dosis de violencia y sangre en su aproximación.
Debido a un cambio en la programación, terminé viendo una que no planeaba ver. Guinea Pig 3: He never dies (Masayuki Kusumi, Japón, 1986) es la tercera entrega en esta serie, infame por lo detallado y realista de los efectos especiales usados para mostrar violencia y mutilaciones diversas. Nunca me habían llamado la atención, el morbo no es uno de mis principales motores, pero al menos esta película tiene un tono más bien ligero. Un joven se encierra en casa para intentar suicidarse, pero al contarse y no sentir dolor sigue cortando y cortando hasta darse cuenta de que, como dice el título, no puede morir. Entonces decide utilizar esta dudosa ventaja para "torturar" a otros haciéndoles presenciar su automutilación.
La siguiente función la ocupó Dellamorte dellamore (Michele Soavi, Italia-Francia-Alemania, 1994), también conocida como Mi novia es un zombie o Cemetery man. Esta delirante película mezcla horror, comedia y erotismo de buena manera, contando la historia de un guardián de cementerio que se encarga de mantener a los muertos en sus tumbas cuando éstos regresan. Enamorándose de una viuda, su vida cambia drásticamente con la llegada de distintas variaciones de la misma mujer. Como me quedé dormido en una parte aparentemente importante de la cinta, no sé bien cómo interpretarla. No obstante, me gustó mucho y me parece muy buena, sin duda volveré a verla.
La última función de esta primera jornada fue Hobo with a shotgun (Jason Eisener, Canadá, 2011). Al igual que Machete (Robert Rodriguez & Ethan Maniquis, Estados Unidos, 2010), el origen de esta película fue el trailer "de a mentiras" que se hizo para Grindhouse (Quentin Tarantino & Robert Rodriguez, Estados Unidos, 2007) para después verse expandido a una obra completa. Similarmente, recurre a un guión al más puro estilo de las producciones de bajo presupuesto, a la violencia extrema y a los discursos improbables. Es divertida, ingenua y maniquea, aunque prefiero el idealismo moral que la ambiguedad sociopática que, por ejemplo, podemos ver en Super (James Gunn, Estados Unidos, 2010).
Pero aquí no acaba la cosa. Al día siguiente hubo más actividades, comenzando con pláticas a las cuales, lamentablemente, no pude asistir. También hubo más festín fílmico, comenzando con In the mouth of madness (John Carpenter, Estados Unidos, 1995). Quizá la más lovecraftiana de las obras de este director, incluso el título hace referencia a dos de las principales obras de Lovecraft, jugando con Innsmouth y las montañas de la locura. Un investigador para una compañía aseguradora analiza los casos alrededor de la supuesta desaparición de un prolífico autor de novelas de horror cósmico, develando un oscuro secreto que surgió como un engaño pero al poco tiempo se convirtió en realidad, amenazando a toda la existencia. Cada vez me gusta más y más este director, tengo ganas de revisar su filmografía completa.
The comedy of terrors (Jacques Tourneur, Estados Unidos, 1964) es una divertida comedia negra sobre un enterrador (Vincent Price) que intenta matar a su suegro (Boris Karloff) para quedarse con el negocio. Como de por sí las ventas no van bien, se dedica a matar gente adinerada para después enterrarlos, ayudado por su reticente secuaz (Peter Lorre) -quien en secreto está enamorado de la esposa de su patrón. Una serie de complicaciones macabras llevan a un desenlace por demás hilarante, si bien un tanto siniestro. Como dato adicional que puede ser de interés, es la penúltima cinta de Tourneur, pionero del cine de serie b.
Desde hace tiempo tenía ganas de ver La noche del terror ciego (Amando de Ossorio, España, 1971), concretamente desde que leí El horror en el cine y en la literatura, de Norma Lazo. También el director español César del Álamo la mencionó como una película de horror indispensable en la filmografía del género en su país. Con elementos que no pueden faltar en una buena película de horror (al menos en mi opinión), mujeres hermosas con poca ropa y tendencias bicuriosas, la historia es meramente un pretexto para mostrar caballeros templarios zombies. Obviamente tiene muchas deficiencias, pero no me decepcionó en lo más mínimo.
Por fin se me hizo ver la más reciente película de George A. Romero, Survival of the dead (Estados Unidos, 2009). Con algunos personajes de su cinta anterior, Diary of the dead (Estados Unidos-Canadá, 2007), Romero continúa con su reboot de la serie que le dio fama. Al igual que en el comic The walking dead, se nos presenta a grupos aislados de sobrevivientes tras el holocausto zombie que enfrentan a los redivios día a día, así como unos a otros. Como en todas las buenas historias de zombies, lo importante es lo que hace la gente en circunstancias extremas, no tanto el hecho de que los muertos se nieguen a permanecer muertos y que tengan un apetito insaciable. Romero nos demuestra que aún tiene el toque que lo convirtió en el rey de los zombies (figurativamente, claro) introduciendo elementos nuevos que mantienen fresca la franquicia en particular y el subgénero de muertos vivientes en general.
Aquí me toca poner una queja a los organizadores: tenía planeado ver Room 205 (Martin Barnewitz, Dinamarca, 2007) pero, debido a que les valieron los horarios y adelantaron su proyección, cuando llegué al área en que estaba ya llevaba veinte minutos de empezada. Y me niego a ver una película empezada. Molesto, no tuve más que dirigirme a otra área donde volví a ver Elukka (Tatu Pohjavirta, Finlandia, 2005), la cual ya antes había revisado en este blog. También pasaron Freaks (Tod Browning, Estados Unidos, 1932), la cual he visto muchas veces y, aunque me sigue pareciendo excelente, ya me la sé de memoria. Entonces decidí dormir un poco. También reseñé esta cinta con anterioridad, cuando estuvo en otro Noctambulante.
Y así terminaron los festejos, con mucho cansancio pero gran satisfacción. Supongo que todo el público que sigue fielmente al proyecto está ansioso por ver qué sigue, así como para seguir apoyando iniciativas como las playeras de colección Serie B, la renovación de la página de internet del colectivo y sus nuevas secciones (incluyendo una escrita por su servidor) y lo que sea que se les ocurra a continuación. Como quien dice, esto no se acaba con un FIN sino con un CONTINUARÁ...
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