martes, 12 de julio de 2011

El país de Octubre


Bradbury fue, sin duda, uno de los mejores escritores de todos los tiempos (y según algunos, el mejor escritor de Ciencia Ficción). Este libro reimprime quince de sus primeros cuentos publicados originalmente en Dark Carnival, acompañados de otros cuatro relatos. Todos ellos son previos a sus escritos más famosos de CF, pero no por eso tienen menos calidad o contundencia. Más bien pertenecen al género de fantasía o bien de horror, un par de ellos literalmente me pusieron la piel de gallina al leer las últimas líneas.

Comienza con relatos más bien ligeros pero al mismo tiempo sofisticados: El enano nos presenta a un entrañable personaje que sueña con ser alto y a una persona malintencionada que quiere destruir su ilusión; El siguiente en la fila es sobre una turista en México que siente pavor por las momias, este cuento me recordó otro de su libro El hombre ilustrado, aunque no recuerdo el título; La desvelada ficha de póquer de H. Matisse satiriza a los círculos de críticos de arte.

Esqueleto empieza a mostrar el lado más escalofriante del autor, comienza con una premisa absurda pero el final es estremecedor; La jarra es un maravilloso recuento de la necesidad de la gente por creer en algo y su desenlace macabro es muy sutil; El lago fue mi favorito de todo el libro, en el que un hombre se da cuenta de que su felicidad ha sido falsa por muchos años; El emisario tiene elementos que me recordaron a Soy leyenda de Richard Matheson, muy bueno.

Tocados por el fuego deja un poco de lado la fantasía para contarnos una historia original pero igualmente escabrosa; El pequeño asesino retrata de manera fidedigna el muy justificable temor hacia los bebés (sabía que no era el único que los considera malignos); La multitud es un poco predecible, pero no menos aterrador.

La caja de sorpresas nos muestra una realidad familiar vista a través de los ojos de alguien para quien todo lo que conocemos es ajeno, el final se ve venir pero me estremeció; La guadaña fue otro de mis favoritos, una buena manera de explicar tantas guerras y tanta muerte en el mundo; El tío Einar también es decididamente fantástico, con un personaje amargado que ve su pasado con melancolía y arrepentimiento.

El viento entra de lleno al ámbito del horror, reminiscente de mitos sobre criaturas elementales con mala voluntad para con los humanos; El hombre del primer piso tiene un final inesperado y muy perturbador; Había una vez una vieja nos cuenta la divertida historia de una mujer que se niega a morir; La alcantarilla es una historia de un amor perdido y vuelto a encontrar más allá de la muerte; la colección cierra con La maravillosa muerte de Dudley Stone, intrigante relato sobre un lector que busca esclarecer el misterio que gira en torno a su escritor favorito y su enigmático retiro, una reflexión sobre el valor de la vida y el éxito.

Me salté el penúltimo cuento, Reunión de familia, pues quiero usar sus líneas finales para terminar esta reseña. Cabe mencionar que el tío Einar del otro cuento regresa en éste, que trata sobre uno de sus sobrinos el cual siempre ha sido el "raro" en su familia de criaturas extravagantes y monstruos por ser "normal" como todos nosotros. Quien haya sentido que no encaja en ninguna parte podrá identificarse con el narrador:

     -Timothy -dijo mamá. Se acercó a Timothy y le tocó la cara-. Hijo -continuó-, te queremos. No lo olvides. Todos te queremos. No importa que seas distinto, no importa si un día nos dejas. -Mamá le besó la mejilla.- Y si mueres un día, cuidaremos de que tus huesos descansen en paz, te lo aseguro. Iré a visitarte en las Vísperas de Todos los Santos y te llevaré al sitio más seguro.
     La casa estaba en silencio. A lo lejos el viento pasó por encima de una loma llevando una última carga de murciélagos oscuros, resonando, revoloteando.
     Timothy subió los escalones, uno por uno, llorando todo el tiempo.

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