(Joe Johnston, Estados Unidos, 2011)
Como fan de comics, en particular de Marvel, he seguido fielmente las versiones fílmicas de sus personajes. Siento que Marvel Studios ha logrado de bastante buen grado trasladar a las salas de cine el éxito de sus historias, me encanta como poco a poco han ido creando el entramado intertextual para crear un universo común entre todos los filmes, como parte de un ambicioso proyecto que verá su primera culminación el próximo año con la salida de The Avengers (Joss Whedon, Estados Unidos, 2012). Pero he de admitir que no todas las cintas han sido tan buenas. Esta me parece una de las menores.
Comienza en la época actual, con unos soldados descubriendo una especie de avión atrapado en el hielo y un atisbo del emblemático escudo de Captain America. Y entonces empieza un flashback en 1942. Pero el resto de la película es el mismo flashback extendido y desarrollado de una manera un tanto tediosa y poco orgánica. Recientemente he aprendido que si contamos una historia de manera lineal, esta puede ser pesada e incluso aburrida. Esta película es un claro ejemplo de lo mismo. En lo personal, hubiera preferido que se exploraran los conflictos de un hombre desplazado a través del tiempo, recurriendo a flashbacks breves para contar lo necesario de su origen, los puntos relevantes y que establecen su carácter. Hay muchas cosas que podrían explotarse de ese modo. Además, una historia con dos cronologías que se van desarrollando paralelamente me parece que hubiera rendido resultados más satisfactorios. Sin embargo, a mí nadie me preguntó antes de escribir el guión.
Otra cosa que me molestó es el poco desarrollo de personajes. Bucky se ve reducido a menos que un sidekick, ni siquiera su versión original (antes de que Ed Brubaker lo convirtiera en un bad ass) tenía tan poco protagonismo. Los Howling Commandos ni siquiera son llamados por sus nombres propios. Y dado que la acción ocurre durante la Segunda Guerra Mundial, podrían haber hecho una buena película de guerra, con misiones de black ops, buena intriga y tensión, pero todo eso se diluye en un filme que opta por mostrar gadgets y vehículos anacrónicos que nada aportan a la trama. En resumidas cuentas, me parece bastante fallida esta película que, a pesar de no ser mala, tampoco llego a considerarla ni medianamente buena.
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