(The Fabulous Baker Brothers, Steve Kloves, Estados Unidos, 1989)
Un dueto de pianistas que ha visto tiempos mejores. Un hombre de familia que debe conseguir dinero para mantener a su esposa e hijos. Un artista que debe contenerse y vender su arte al mejor postor. Un hombre que rehuye del compromiso y vive rodeado de gente que lo usa. Una mujer que es la nubilidad encarnada, que llega para cambiar las cosas sin quererlo.
Todo esto es lo que se podrán encontrar en este filme, el cual fue el debut como director de Kloves (quien ahora se dedica más bien a adaptar novelas a guiones cinematográficas, entre ellas las de Harry Potter). Una película de autor, cuenta una historia íntima de la dinámica entre dos hermanos y el cómo sus necesidades se van entrelazando a lo largo de los años. Al introducir a una cantante para acompañar al dueto (que dio a Michelle Pfeifer una de sus mejores actuaciones), la interacción se ve alterada de muchas maneras: económicamente, les aporta un gran éxito; en cuanto a prestigio, les devuelve el renombre del cual gozaban con anterioridad; emocionalmente, hace que el hermano indiferente ya no pueda seguir negando las cosas que le incomodan. Creando una tensión erótica excelente, cuando el hermano mayor se ausenta las pasiones se desatan... pero después las cosas vuelven a la normalidad, como siempre.
Confrontaciones fraternales, distintas maneras de vivir la vida, distintos motivos para vivirla. Y las realidades amargas a las cuales no nos gusta hacerles frente. Sucesos que modifican irreparablemente a las personas, que sin embargo no cambian lo importante en ellas. Y un final abierto, lleno de esperanza y de posibilidades pero sin certeza alguna. Tal como en la vida real.
Juro que Michelle Pfeiffer es la definición de núbil en esta película.
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