viernes, 7 de enero de 2011

¡Top top top top top! (cuarta parte)

El día de hoy le toca su turno a las mejores (y peores) películas que vi en 2010. Nuevamente aclaro, es sólo mi opinión personal y completamente abierta a debate. Esta vez empezaré con las que no me gustaron, procuraré no dedicarles demasiadas palabras.

ANTI-TOP FOTOGRAMAS - ESTRENOS

10.- Año bisiesto, de Michael Rowe (México, 2010). Había escuchado cosas muy malas de ella, así que no tenía expectativas nada altas. No se me hizo taaaaan mala como me habían hecho esperar, me cayó muy mal lo pretencioso de la película. Hay varios ejemplos de películas que logran mejores resultados con las mismas temáticas. Lo del S&M me gusta mucho más en Lies (Gojitmal, Corea del Sur, 1999), aquí nomás te dan una embarradita y no se meten de lleno al tema. Lo del erotismo rayando en la pornografía, sale mejor en 9 Songs (aunque tampoco me gusta, no le encuentro mérito alguno y se me hace gratuito e innecesario; si quiero ver sexo explícito, mejor veo una porno). Lo del suicidio planeado le sale mil veces mejor a Haneke en El séptimo continente, me convence más un plan fríamente calculado y sistemático que una decisión aparentemente tomada en medio de un arranque caprichoso que además requiere de la asistencia de alguien más, lo cual hace que el resultado sea contingente. Y la línea de "¡mastúrbate! ¡que te masturbes, chingada madre!" me recordó el infame "mastúrbalo" de Daniel y Ana.

9.- The hurt locker, de Kathryn Bigelow (Estados Unidos, 2008). Me aburrió bastante, me parece sólo una película más sobre la guerra, siento que no aporta gran cosa y que el trailer te cuenta toda la historia. Parece totalmente panfletaria sobre la guerra en Medio Oriente pero sin un discurso (no que deba tenerlo, pero se siente hueca). Y el planteamiento de la "adicción" a la guerra no alcanza para un largometraje. Eso sí, maneja bien el suspenso pero abusa de él.

8.- Devil, de John Erick Dowdle (Estados Unidos, 2010). Basada en una idea del infame M. Night Shyamalan, no sé ni por qué la vi. De por sí odio a Shyamalan. Dado que él está involucrado, uno sabe que se puede esperar un giro "inesperado," así que uno empieza a intentar adivinar quién es el diablo y obvio sospecha de los menos "obvios." Toda la parte del guardia de seguridad latino es insufrible (aunque ahora sabemos que si un pan con mermelada cae al suelo del lado con la mermelada, el diablo anda cerca). El final podría haber rescatado un poco la película, pero se van por el lado fácil/complaciente/redentor. Meh.

7.- The lovely bones, de Peter Jackson (Estados Unidos, 2009). Puedo decir que me disgustó menos que King Kong, pero la verdad está más bien malona. Algunos personajes están chafísimas, los efectos especiales son mediocres, es muy maniquea, tiene varios huecos y situaciones forzadísimas... En fin, no me dejó un buen sabor de boca, para nada, aunque tampoco me hizo salir de malas del cine.

6.- The Losers, de Sylvain White (Estados Unidos-Canadá, 2010). Basada en un comic el cual no he leído pero ya se me quitaron las ganas de hacerlo. El principio es malísimo, lo que pone en marcha los eventos es super hollywoodense y sentimentalista. El villano no me agrada, siento que podrían manejarlo de una forma más convincente, se vuelve sólo un hazmerreír. Se esfuerzan demasiado en hacerte reír, tanto que pierde la gracia. Ni siquiera Zoe Saldana con su ropa ajustada salva la película.

5.- The wolfman, de Joe Johnston (Estados Unidos, 2010). Esperaba tanto de esta película, lo cual hizo la decepción aún mayor. Con un elenco tan respetable y una premisa que podría dar para mucho, lo tiraron todo a la basura. La trama tiene tantos huecos como una red de pescar. El maquillaje del hombre lobo es pésimo, entiendo que quisieron hacer una referencia a la cinta original pero le habría convenido una actualización al look del monstruo. Y el manejo del monstruo es pésimamente mal logrado. En lugar del conflicto del hombre por contener a la bestia interna o la culpabilidad por los crímenes cometidos por la misma, se vuelve una ridícula pelea de padre e hijo superpoderosos (que me recordó al pésimo Hulk de Ang Lee) y la "moraleja" final parece ser "aquellos a los que más quieres son quienes más daño pueden hacerte."

4.- Charlie St. Cloud, de... la verdad, ni me importa quién la dirigió. Con decirles que actúa Zac Efron es suficiente, ¿no? Por si se lo preguntaban, sólo la vi porque Laurita me invitó a la premier y realmente no tenía NADA que hacer. Se me ocurren formas de mejorarla si le incorporáramos elementos del cine de horror (ya que en esencia es una película de fantasmas), pero no creo que a nadie le interese y me da hueva contar la película para después proponer mis "modificaciones" que nunca se harán. Lo único "rescatable" es que, por una especie de malentendido, el personaje de Efron resulta necrófilo. Jaja.

3.- Blancanieves y la Rusia roja. Otra que ni sé quién dirige ni me interesa. Película polaca que vi en la Cineteca, la sinopsis prometía algo interesante pero era pura falsa publicidad. Ni me acuerdo de qué trata, creo que era sobre alguien que escribía algo, como una novela en la cual estaba basada la película. Y creo que había drogas. Y no sé qué más. Tan fuera de mi memoria está que ni siquiera recuerdo si la vi solo o acompañado. Sólo recuerdo que me pareció pésima.

2.- Solomon Kane (para qué darle crédito a quien no lo merece, al diablo el director). Esta película no es mala, ¡es maligna! Un acto de crueldad contra la humanidad. Sus realizadores debieran ser juzgados por cometer semejante crimen. Inspirada en un personaje creado por Robert E. Howard (sólo por eso fui a verla), la trama es simplona, el guión es incompetente, el ritmo es innecesariamente pesado, la visión es demasiado maiquea y el conjunto es deplorable. Me dio sueño, me puso de malas, contribuyó a que esa semana fuera un asco para mí. Con eso les digo todo.

1.- La peor, peor, peor película del año (y supongo que no soy el único que lo piensa) fue Skyline. Si alguna vez se preguntaron ¿qué pasaría si un equipo de efectos especiales escribiera y dirigiera un largometraje? esta película es la respuesta. Es tan poco imaginativa que los protagonistas son, sí, adivinaron, gente que se dedica a hacer efectos especiales. Pero claro, son súper exitosos, tienen departamentos penthouse en LA y se codean con la gente más importante de la alta sociedad (como en las fantasías de los realizadores, me imagino). En medio de la fiesta llegan alienígenas a los cuales sólo les interesa llevarse a los humanitos para chuparles el cerebro, el cual usan como ¿motor? para nuevos aliens. El personaje principal tiene el complicadísimo conflicto de irse a LA con su amigo o quedarse en NY con su novia, la cual le acaba de informar que está embarazada. Para no hacerles el cuento largo, el tipo este es tan all-american-man que se sobrepone a todas las dificultades para defender a su hembra de los monstruos. Es totalmente valiente, nada lo detiene, ni siquiera cuando al final su cerebro es depositado en un alien, aún así reconoce a su mujer y la defiende. Chaaaa.

Bueno, para quitarnos el mal sabor de boca, ahora van las buenas:

TOP FOTOGRAMAS - ESTRENOS

15.- Hace mucho que te quiero, de Philippe Claudel (Francia-Canadá, 2008). Esta película llegó algo tarde a México, aunque eso no creo le sorprenda a nadie. Nos cuenta la historia de Juliette Fontaine (interpretada por Kristin Scott Thomas) quien sale de la cárcel tras una condena de quince años y se reúne con su hermana menor, Léa, quien casi no tiene memorias sobre ella. En un principio no se nos revela qué crimen cometió, pero se ve claramente que aún le pesa y podemos suponer que fue grave, dada la duración del castigo. Conforme la trama se desenvuelve nos vamos enterando por partes hasta que llega el momento climático de la revelación. No se la arruinaré a nadie, sólo diré que me parece magistral la manera en que se descubre el meollo del asunto: la hermana menor está al teléfono escuchando aquello tan triste que llevó a Juliette a tomar una terrible decisión; pero nosotros no podemos escuchar la voz al otro lado de la línea sino la voz de la hijita de Léa, quien lee en voz alta un cuento de hadas que refleja de manera inquietante la situación de la cuál se está enterando su madre. Drama total, pero presentado de manera sobria, sin apretar botones emocionales innecesarios. Impactante sin tener que recurrir al shock value.

14.- Ágora, de Alejandro Amenábar (España, 2009). La más reciente entrega en la variada filmografía de este director español, nos narra la historia de Hypatia, filósofa, matemática y astrónoma que ocasiona polémica de más de una forma. Los conflictos políticos y religiosos de la época se imponen a todos los demás aspectos de la vida y desembocan en el infame incendio de la biblioteca de Alejandría. Injusticias son cometidas, traiciones son llevadas a cabo y la intolerancia triunfa al final, no muy diferente al día a día que nos toca vivir en estos tiempos supuestamente civilizados.

13.- Abel, de Diego Luna (México, 2010). Como buen cinéfago no podía dejar de ver esta película, que tanta expectativa había creado a su alrededor. Y no me decepcionó. Considero que Diego Luna tiene más futuro como realizador que como actor. Tiene bastante buen estilo, sabe cuándo dejar la cámara corriendo y cuándo cortar, dándole tiempo a los momentos que lo mereccen y evitando ser tedioso o perder la fluidez del ritmo. La historia versa sobre el personaje titular, un niño que sale de una institución psiquiátrica para regresar al hogar familiar en el cual resalta la ausencia del padre. Por algún extraño motivo, Abel empieza a asumir el papel del patriarca ausente y, dado que es la única forma en que el niño interactúa con otros, su familia le sigue la corriente. Se presentan varias situaciones hilarantes e ingeniosas, pero todo se complica cuando regresa su progenitor, un "villano" involuntario que amenaza con destruir la precaria estabilidad en la psique de su hijo. Un final duro, nada complaciente, nos recuerda que la vida no es ningún chiste y no hay salidas fáciles.

12.- Las buenas hierbas, de María Novaro (México, 2010). Esta película despertó muchos sentimientos en mí. Salí aterrado de la sala de cine, con miedo a la muerte, a la vejez y a la pérdida de las facultades mentales. El personaje principal es Dalia, madre soltera que se la pasa anotando frases y palabras por todas partes, para recordar las que le gustan. Su madre, una bióloga etnobotánica, conoce la planta exacta para cada malestar. Pero nada puede salvarlas cuando un Alzheimer prematuro empieza a devorar con frenesí la mente de la madre y la hija debe hacerse cargo de ella, viendo con tristeza como poco a poco la degeneración avanza...

11.- Cómo entrenar a tu dragón, de Chris Sanders y Dean DeBlois (Estados Unidos, 2010). Esta película representó una gran sorpresa, ya que no esperaba gran cosa de ella. Hiccup, un vikingo flacucho y ñango, se esfuerza por ser un valiente guerrero para complacer a su padre, fornido y descomunal cazador de dragones (y líder de la tribu, para acabarla de amolar). En su afán por impresionar a su padre, construye un aparato para atrapar dragones y, medio accidentalmente, logra capturar al más raro y elusivo de todos, la Furia Nocturna. Hiccup intenta matarlo pero se da cuenta de que no puede y poco a poco empieza a domesticarlo, al grado de que le "repara" la cola dañada para que pueda volver a volar y logra montarlo. Todo esto a escondidas, porque si su padre supiera lo que hace sería como si un supermacho se enterara que su único hijo le salió gay. Obvio se complican las cosas y la película tiene el acierto de no ser complaciente al final, Hiccup no resulta ileso tras el desenlace. El dragón principal se parece físicamente y en actitud (de monstruo que se vuelve mascota fiel) a Stitch, lo cual no es de sorprender si consideramos que el director Chris Sanders fue el creador de dicho personaje para Disney.

10.- Nine, de Rob Marshall (Estados Unidos-Italia, 2009). Esta adaptación del musical de Broadway está inspirada y hace homenaje a 8 1/2 en particular y a la vida y obra de Federico Fellini en general. Fui a verla muy escéptico, siendo yo muy fan de Fellini e intolerante a pretenciones malhabidas, mas debo decir que salí completamente satisfecho. Daniel Day Lewis hace un Guido grandioso, la perfecta síntesis de Fellini y su alter ego encarnado en Mastroinai. Nicole Kidman hace un personaje reminiscente a la Anita Ekberg de La dolce vita. Fergie le hace un enorme favor a la Saraghina. Sophia Loren se ve guapisima para sus 75 años. Penélope Cruz interpreta a una amante altamente erotizada y Kate Hudson a la tentadora periodista. Pero la película se la lleva Marion Cotillard, cuya Luisa tiene un impresionante parecido con Giulietta Masina, la difunta esposa de Fellini. El conflicto de las infidelidades, la imposibilidad de llevar una vida privada, la culpabilidad por ser un mal marido, el aislamiento del artista, la abnegación de la esposa/musa/consejera y el caos reinante en las producciones fílmicas; todos estos aspectos (y más) de la biografía (y filmografía) de Fefe son plasmados en esta carta de amor a uno de los grandes genios de la cinematografía mundial.

9.- Zombieland, de Ruben Fleischer (Estados Unidos, 2009). SPOLIER ALERT: La siguiente reseña revela varias sorpresas de la trama, léala bajo su propio riesgo. Hollywood llegó un poco tarde al sub-subgénero de comedias con zombies, pero no lo hicieron nada mal. La historia es ligera y tiene momentos absurdos (como prender las luces y juegos en un parque de diversiones rodeado por zombies, tentando al destino a traer una muerte segura) e inverosímiles (como la supervivencia de Tallahassee), pero también logra secuencias emotivas (cuando Columbus se da cuenta que el "perrito" de Tallahassee era su hijo) y ni qué decir del excelente cameo de Bill Murray. En general me hizo pasar un muy buen rato, me hizo reír, plantea un holocausto zombie con reglas definidas y creíbles, y eso que no me gustan las películas de zombies veloces.

8.- Kick-Ass, de Matthew Vaughn (Estados Unidos-Reino Unido, 2010). Como buen fan de comics, no podía dejar de ver la tan anticipada adaptación de uno de los comics más exitosos de los últimos tiempos. Basada en la miniserie co-creada por el escritor superestrella Mark Millar y el artista extraodrinario Michael Romita Jr, la versión fílmica tiene suficientes diferencias como para poder ser disfrutada sin necesariamente compararla con el material fuente. No tiene tanta sangre como el comic, pero la violencia y las groserías están todas ahí, así como la esencia de la trama. Un chaval cualquiera decide que no se necesitan superpoderes ni millones de dólares para hacer el bien, así que se pone un traje de buzo y sale por las noches a corregir injusticias. En su primera andanza, tres grafiteros le parten la madre y lo dejan moribundo. Pero la adrenalina puede ser algo adictivo, así que Dave Lizewski no aprende su lección y reincide. Las cosas le empiezan a salir bien, hasta que se topa con otros superhéroes que son de las "ligas mayores." Cabe mencionar que, dado que la película se empezó a filmar antes de que terminara de publicarse la historieta, Millar pudo darse el lujo de alterar ciertos detalles para lograr así que cada obra tuviera cierta autonomía.

7.- The imaginarium of Doctor Parnassus, de Terry Gilliam (Reino Unido-Francia-Canadá, 2009). Sin lugar a dudas, la obra maestra de Gilliam. Por primera vez la tecnología disponible para efectos especiales está a la altura de la desbocada imaginación de este visionario realizador. En un destello de genialidad, incluso logró convertir la inconveniente y trágica muerte de Heath Ledger en una ventaja, recurriendo a herramientas creativas para justificar que otros tres actores asumieran el papel del mismo personaje. La influencia de los principios de Gilliam en el colectivo Monty Python resulta más que evidente. Recomendable por donde se le vea, aunque tal vez convenga tener conocimiento previo de al menos parte de la filmografía de Gilliam para familiarizarse con sus temas e historias.

6.- Where the wild things are, de Spike Jonze (Estados Unidos-Reino Unido-Australia, 2009). Estuve más que tentado a verla pirata, con eso de que la distribuidora aplazó su estreno no una, sino DOS veces, por un total de nada menos que siete meses (¿por qué hacen eso?) pero resistí y valió la pena la espera. Una experiencia emotiva, realmente logró recordarme algunas cosas de mi infancia. Ligeramente inspirada en el afamado álbum ilustrado de Maurice Sendak, Jonze expande la premisa inicial de un niño que sigue su lado salvaje para contar una historia sobre las consecuencias de nuestros actos, la búsqueda de la pertenencia a un grupo y el encontrar el lugar que a cada quien le corresponde.

5.- The social network, de David Fincher (Estados Unidos, 2010). Película sobre la creación de Facebook y los pleitos legales a los cuales hizo frente la principal mente tras el sitio. Asombrosamente, Fincher logra que una película que podría ser aburridísima se vuelva intrigante y te mantenga preguntándote qué va a pasar. Es curioso enterarse de cómo algo a lo cual estamos tan acostumbrados hoy en día fue surgiendo poco a poco de la nada. La actuación de Jesse Eisenberg como Mark Zuckerberg es estupenda, resulta insoportablemente simpático. Independientemente de si la idea de Facebook fue robada o no, el tema de la propiedad intelectual es abordado de manera seria y sin dar concesión alguna, invitando a cada espectador a sacar sus propias conclusiones.

4.- Toy Story 3, de Lee Unkrich (Estados Unidos, 2010). SPOLIER ALERT: La siguiente reseña revela varias sorpresas de la trama, léala bajo su propio riesgo. La tercera y aparentemente última entrega en la saga de los intrépidos muñecos que nos hicieron dudar si en verdad todos los muñecos tienen vidas secretas mientras no los vemos. La primera mitad es una típica historia de una fuga de prisión con todos los ingredientes necesarios. El personaje de Ken se lleva las mayores carcajadas. Pero una vez que logran escapar, la historia asume un patrón que según yo refleja cosas de la Kabbalah y del recorrido espiritual que recorren los magos en el camino hacia la iluminación. Tal vez exagero, pero siento que le queda bien. Tras dejar Sunnyside, las cosas van de mal en peor: primero caen al bote de basura, de ahí van al camión de la basura, luego en el tiradero van rumbo al triturador, del cual escapan sólo para caer a la incineradora. La visión del fuego al centro de ésta es realmente dantesca. Enfrentados a lo inescapable de sus destinos, los muñecos solamente pueden tomarse de las manos y ACEPTAR SUS MUERTES. Al hacer esto, ellos realmente mueren aunque en forma figurada. Luego un deus ex machina (o más bien un squeeze-toy-alien ex machina) logra salvarlos y regresan todos sanos y salvos a casa de Andy, donde Woody toma una importante decisión. Los juguetes pueden replantearse su función en la vida dado que están empezándola de nuevo, es por eso que Woody decide quedarse para jugar con una niña "nueva" en lugar de convertirse en un adorno en el cuarto de su antes inseparable Andy. El vaquero enfrentó a Choronzon, atravesó el abismo y tras haber destruido aquello que conformaba su identidad se encuentra libre de construir una nueva.

3.- Inception, de Chistopher Nolan (Estados Unidos, 2010). Esta cinta resultó bastante polémica, hay quienes la tachan de asumir las fórmulas de un blockbuster para lograr éxito comercial en una película a la cual le meten con calzador el contenido intelectual. Yo no comparto esa opinión. Además de admirar el trabajo en el guión (escuché que el proyecto tardó diez años en concretarse) y las técnicas de filmación (optaron por no usar efectos digitales sino escenarios móviles, cables y arneses), me parece que cuenta una buena historia. Más allá del típico "último trabajo," el cual sólo es un pretexto para introducir los extraordinarios conceptos del robo de ideas a través de los sueños, la cinta cuestiona la validez de la frase "sólo fue un sueño." Después de todo, ¿quién dice que los sueños son menos reales o válidos que lo que vivimos mientras estamos despiertos? Si soñamos que pasamos cincuenta años al lado de la persona a la que amamos, ¿no pasó ese tiempo en verdad, aún cuando al despertar no hemos envejecido ni un día?

2.- Tron: Legacy, de Joseph Kosinski (Estados Unidos, 2010). La tan esperada secuela a la película de culto de 1982 fue todo lo que esperaba. La primera vez que escuché sobre ella fue cuando me enteré que Daft Punk realizaría el soundtrack. Siendo un fan del dueto de robots, no pude más que pensar: a match made in Heaven. Para refrescar mi memoria, volví a ver Tron en dvd por ahí de abril. Más tarde pude acudir a una proyección en 35mm en la Cineteca Nacional aprincipios de octubre. Vi el primer trailer en diciembre de 2009. Poco a poco vi los demás trailers en internet, las imégenes de la producción, me enteré que los robots DJs tendrían un cameo, escuché el "sencillo" Derezzed en la radio. En resumen, no podía esperar más. Fui a verla en IMAX 3D y salí maravillado. La historia es un adecuado update a la original, aunque esta vez deja de lado el aspecto metafísico de los usuarios para introducir elementos más bien políticos y de rebelión. Los gráficos impresionantes, la música como anillo al dedo, los conceptos de la primera película en toda su gloria digital y Olivia Wilde en todo su esplendor, no tiene precio.

1.- Pero la película que más, más, más disfruté fue Scott Pilgrim vs. the World, de Edgar Wright (Estados Unidos-Reino Unido-Canadá, 2010). Ya había leído la serie de novelas gráficas completa y ahora esperaba con ansias el estreno de la película. Confiaba totalmente en el señor Wright ya que soy fan de sus anteriores largometrajes, pero dudaba de la adecuada selección de Michael Cera para el papel principal. Cuando leí los comics el casting ya estaba determinado, así que cada vez que veía al Scott de papel y tinta hacer alguna expresión, me preguntaba si Cera podría igualarla. En sus papeles anteriores siempre había sido caracterizado como un tipo más bien tímido, cuando mr. Pilgrim es más bien ruidoso. Sin embargo, lo logró. El resto del casting es más que adecuado. La historia, que en el comic abarca varios meses (tal vez incluso un año) es comprimida para ocupar el espacio de aproximadamente mes y medio, pero no se siente saturada een ningún momento. Y volví a enamorarme de Ramona.

Con eso termino de reseñar los estrenos del año pasado. Pero también vi otras películas fuera del cine. Mañana le tocará su turno a aquellas películas de años anteriores que pude ver en maratones nocturnos o en la comididad de mi hogar.

2 comentarios:

  1. Ok ... Nunca Había Leído un entrada de Blog tan Larga pero resulto una experiencia muy agradable ahora sabré que peliculas ver por que de de las listadas eh visto muy pocas pero eso cambiara. Sere Asidua Fan de tu Blog ... muchas felicidades por esta gran Idea.

    Virginia ^.^

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  2. En efecto, me resulta difícl ser breve... Menos mal que no te aburrió leer tanto.

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